Plaga de ratas en Alcalá de Henares: «Se meten en casa y se comen la comida»

Raquel Arroyo, residente de Alcalá, intervino en el Pleno del pasado día 16 para exponer esta problemática en representación de los vecinos del municipio. Basándose en los vídeos, imágenes y testimonios recogidos, explicó que la ciudad complutense es ahora «patrimonio de las ratas». «Está infectada y plagada, con calles sucias y basuras de semanas», aseguró Arroyo, antes de ubicar las zonas en las que estos roedores son ya parte del paisaje, tanto vivos como muertos. En su denuncia destaca la mordedura de una rata a un niño en el parque de los Magallanes hace un mes.

Aunque el PP presentó en la misma sesión una moción para aprobar una partida extraordinaria, con el fin de desratizar la ciudad, esta no salió adelante por los votos contrarios del equipo de Gobierno, encabezado por Javier Rodríguez . Ante esta negativa, los populares presentaron esta semana un centenar de quejas al edil de Medio Ambiente, Alberto Egido . «Ya que las mociones no han sido contempladas, esperamos que el concejal escuche a los ciudadanos», declaró el portavoz del grupo popular, Víctor Chacón.

La posición del Consistorio es que no existe tal estado de alarma y que los avisos por presencia de ratas son muy similares a los de años anteriores. Así, según cifras municipales, en 2017 hubo 264 avisos por esta cuestión; en 2016, 271; y en 2015, 264. «No hay ningún indicador que diga que hay alteraciones ; si las hubiera se pondría en marcha una labor de prevención», indican. Respecto a las actuacione, desde el área de Medio Ambiente, que gestiona Somos Alcalá, explican que la respuesta es «automática» y que la empresa desratizadora ha actuado según las necesidades.

Estos registros, no obstante, son negados por Arroyo, quien sostiene que son los propios vecinos de Alcalá de Henares quienes están poniendo dinero de su propio bolsillo para acabar con las ratas. «Si la cosa sigue así tendremos una desgracia», añade.

El problema de las ratas, insisten los afectados, es algo inherente a la ciudad desde hace años. Aunque los datos que maneja el Ayuntamiento también señalan a la corporación anterior, gobernada por el PP, la oposición actual sostiene que el origen está en el contrato que Somos Alcalá firmó con la nueva concesionaria, con un ahorro del 40 por ciento para la desratización. Si en 2012 la adjudicataria recibió 20.000 euros (IVA incluido) para este servicio, en 2017 pasó a 13.500. Además, desde el grupo popular denuncian que no se licita el contrato hasta julio del año pasado, pese a que venció en enero, con el consiguiente perjuicio en la limpieza.