El alquilado que degolló a su casera culpa a «la cocaína» del crimen

El asesino confeso ha insistido durante el juicio que no sabía por qué había cometido el crimen. Además de pedir perdón a la familia de la víctima, Pedro Miguel Tavera ha contado que estaba bajo los efectos de las drogas . «Discutimos porque decía que le habían manipulado el bolso. Todavía me pregunto por qué lo hice», ha relatado, confesando que quiso quitarse la vida pero no lo hizo por sus hijos. «Cuando se me fue quitando los efectos de la droga, fue a la comisaría. Nunca antes había hecho algo igual», ha apostillado.

En la exposición previa de los hechos, la abogada del acusado ha aseverado que su cliente era un padre de familia con dos hijos,«un ciudadano encomiable». Pero la letrada Beatriz de Vicente ha aseverado que, por culpa de «una de las lacras del siglo XXI, la cocaína, pasó a ser un despojo humano ».

Tras matar a su casera, el acusado fue directo a la comisaría de la Policía Nacional, donde confesó el crimen. Con las zapatillas ensangrentadas, alertó de que había matado a su compañera de piso de múltiples puñaladas. De ellas, le asestó tres mortales en el cuello, mandíbula y cabeza. Se encuentra en prisión provisional desde entonces, acordada por el Juzgado de Instrucción número 6 de Alcorcón .

Los hechos tuvieron lugar apenas unos días después de que Pedro Miguel Tavera alquilara una habitación en el domicilio de la víctima. La mañana del 3 de agosto de 2017, se enzarzó en una discusión con su casera. El hombre cogió un cuchillo y provocó a la mujer múltiples cortes en los dedos de las manos, antebrazo izquierdo, abdomen y zona lumbar derecha. También le asestó varias puñaladas , en la zona de la mandíbula, encima de la mama izquierda, y en la zona cervical izquierda, la herida mortal.