«El peor año de las loteras de la Puerta del Sol»

Llevan toda la vida ahí puestas. En algunos casos, son décadas las que llevan repartiendo suerte en el corazón de Madrid. Y dicen que ningún año estaba la cosa tan parada como este.

«Este año no se está vendiendo nada», comenta una de las loteras más veteranas, una de esas que estos días, como viene haciendo desde hace 50 años, asalta a quienes emergen desde el subsuelo de la estación de metro de Sol con sus gritos cantando el número en que terminan los décimos que vende. Al parecer, lo de la crisis se está notando en el mercado de la suerte. Conocida es la fiebre de los españoles por el juego nacional que es la lotería de Navidad, pero este año no están los bolsillos para muchos dispendios. «Antes había familias que se llevaban un décimo para cada uno y ahora se llevan un décimo para cada familia». Comentarios como este son los que se escuchan estos días en este castizo corazón de Madrid, uno de los más bulliciosos puntos de venta de lotería. Una mañana cualquiera, los gritos de las vendedoras callejeras y el trasiego constante de potenciales compradores hacen que la cosa se parezca bastante a un mercadillo oriental.

Y como en todo lugar donde hay gran concentración de personas, también hay desavenencias, aunque sea soterradamente. Las mujeres que llevan más tiempo aquí apostadas, entre 30 y 50 años la mayoría, deslizan alguna crítica a las recién llegadas, la mayoría extranjeras. «Están aquí sólo ahora, luego el resto del año ni se las ve», comenta no sin desdén una lotera española. Este año se vende poco y la competencia no es bienvenida.