Pelea frustrada entre el Frente Atlético y Ultras Sur a solo un kilómetro del Wanda Metropolitano

Sin ir más lejos, el domingo, horas antes de disputarse el último derbi en el Wanda Metropolitano (21:00 horas), una turba de Ultras Sur se desplazó sin policía hasta un bar muy próximo a la parada de metro de San Blas. Una vez allí, contactaron con el Frente Atlético para concertar una pelea, a lo que estos respondieron pidiendo algo de tiempo para buscar un lugar más alejado del parque en el que estaban junto al metro de Las Musas. Pero la cita nunca terminó de materializarse y los concentrados de uno y otro bando, apostados a un kilómetro entre sí, no consiguieron cruzarse.

Las versiones en cualquier caso son dispares . Mientras los madridistas aseguran que sus enemigos no llegaron a juntar un número de personas para la reyerta, razón por la cual evitaron el choque, los colchoneros achacan lo sucedido al alto riesgo de ser interceptados, dada la cercanía de hora y lugar con el encuentro. En el partido de ida, disputado en Chamartín, ya ocurrió algo parecido pero a la inversa. Miembros del Frente Atlético alcanzaron una zona cercana a Pío XII y avisaron a sus homólogos, que no salieron a su paso al recibir el mensaje a solo una hora de la contienda futbolística.

La temporada pasada, ABC fue el primer medio en desvelar un enfrentamiento pactado entre ambos grupos, muy al estilo de las 'drakas' rusas . Los contendientes, diez contra diez , quedaron en un lugar apartado, ataviados cada bando con camisetas rojas y blancas para diferenciarse y sin portar ningún tipo de arma, a excepción de protectores bucales, cascos de goma y guantes propios de las artes marciales mixtas. El encontronazo fue el primero bajo estas circunstancias que se registraba dentro de la región madrileña y la 'victoria', por decir algo, cayó del lado madridista.

Fuera de estos dos grupos, la Policía Municipal detuvo en la previa del último derbi a un hombre de 34 años, aparentemente vinculado a Suburbios Firm, una escisión del Frente Atlético surgida, precisamente, a raíz de sus relaciones con los radicales blancos. Alrededor de las 20:40 horas, una patrulla que circulaba por la confluencia de las calles de San Faustino y Esfinge fue requerida por varios viandantes debido a una reyerta originada muy cerca de allí.

Los agentes observaron de inmediato a un pequeño grupo de individuos lanzando piedras contra a un bar y a un sujeto con camiseta negra y pantalón verde militar huyendo del lugar. Al ser advertidos por los testigos de que esta persona estaba implicada en la refriega, uno de los agentes salió tras él a pie y se dio cuenta de que varios amigos suyos estaban intentando esconderlo en el sótano de un restaurante.

Fue entonces cuando el arrestado comenzó a pegar manotazos y patadas al policía, consiguiendo este reducir al agresor en el suelo. No obstante, la agresividad del resto de presentes, que intentaban liberarlo por la fuerza , motivó la rápida llegada de más indicativos del Cuerpo Municipal y Nacional. Controlada la situación, el varón fue conducido a dependencias policiales acusado de un delito de atentado contra la autoridad.