Las patronales exigen un plan de choque

Por parte de la patronal CEIM (Confederación de Empresarios Independientes de Madrid), Miguel Garrido insiste en que la imagen de una ciudad es un «factor de competitividad muy importante» y «clave para el turismo, sobre todo, si queremos turismo de calidad, compras, lujo y cultura».

También recuerda Garrido el momento de «establecer inversiones». Por eso, entiende que «nadie piensa invertir en una ciudad sucia casi de forma permanente. La imagen entra por los ojos». La patronal madrileña lo que dice es que «es obligación de la autoridad municipal velar por la limpieza y, ahí, nos tendrá a su lado. Lo que no es de recibo es un Madrid camuflado de suciedad».

Hilario Alfaro , presidente de Madrid Foro Empresarial (MFE), exige a la alcaldesa y a su equipo de gobierno municipal un plan de choque urgente para acabar con la estampa que ya es casi habitual. «Lo venimos reclamando desde la Administración local anterior», asegura.

Además, Alfaro hace una autocrítica:«Los madrileños también ensuciamos mucho. Es necesario cambiar de mentalidad y de actitud». Dicho esto, recuerda una frase lapidaria: « No es más limpio el que más limpia , sino el que menos ensucia». Por último, una reflexión: «Nos gustaría que esas calles que Carmena quiere cambiar de nombre primero estuvieran limpias».

«Madrid está cochambrosa». Es lo que opina, sin tapujos, Armando Rodríguez , del Gremio de Joyeros. «Esto requiere una solución urgente. Así, nunca podremos reivindicar una ciudad para el turismo de calidad».

Rodríguez, que también se une a la petición de un plan de choque municipal para erradicar la suciedad de toda la capital, cree que «no solo es un problema de imagen; lo es de salubridad». «Anadie le apetece entrar en un comercio ni pararse en el escaparate si tiene que sortear basura y hojas que le hacen resbalar y caerse», añade.

Desde la Confederación de Comercio Especializado (Cocem), su presidente, Luis Pacheco, asegura que «se ha bajado mucho el nivel de atención. Representamos a más de 50.000 puntos de venta , desde los más modestos de barrio hasta los centenarios y lujosos, y todos se quejan de la suciedad. No vale tener limpias las almendras centrales. El turismo se expande. Todo madrileño se merece una ciudad con los servicios de limpieza adecuados».

«En 2014 –añade– hubo un superávit municipal de 8 millones de euros que, imagino, se deben de haber puesto al servicio de los ciudadanos. Y ahí incluyo la limpieza viaria, que es innegociable». Pacheco cree que «en eso se diferencia una ciudad de primera y una de segunda». Y recuerda que él mismo y sus vecinos han tenido que limpiar más de un día las aceras de su calle. Él, la de Ortega y Gasset, donde tiene su negocio, Gold Gourmet.

Eduardo Zamácola , de Acotex, la organización madrileña del textil, también se muestra «especialmente preocupado» por la imagen que, en las últimas semanas, está dando la ciudad: «Vamos a peor. Es una dejadez total».

Asu juicio, «el Ayuntamiento no ha previsto la caída de la hoja como es debido. Ha habido escasez de miras, y ahora nos encontramos, todavía, en muchas calles verdaderas alfombras que, además de la suciedad, conllevan un peligro añadido para los peatones. Una ciudad sucia no es cómoda ni para pasear ni para comprar».