Suscribete a
ABC Premium

Parroquia de Santa Ana y la Esperanza: el primer templo de la reforma litúrgica

Enclavada en el barrio de Moratalaz, esta iglesia rezuma carisma y espiritualidad

Exterior del templo, obra del arquitecto Miguel Fisac MAYA BALANYÀ
José Francisco Serrano Oceja

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Siempre podremos decir que la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, en Madrid, entró por Moratalaz. Una placa, junto al enrejado del jugoso patio de acceso, reza: «Esta parroquia de Santa Ana fue proyectada en 1965 por el arquitecto Miguel Fisac, siendo de las obras ... pioneras en las que se aplicaron las directrices litúrgicas del Concilio Vaticano II». Miguel Fisac, de nuevo, artífice de la reforma arquitectónica. Miguel Fisac en la pedagogía de una celebración litúrgica, lengua vernácula, teología del pueblo de Dios, pueblo de bautizados. Miguel Fisac, que en memoria de su hija Anaick, fallecida a los 7 años, manda esculpir una sencilla escultura que sostiene la lámpara del sagrario. Miguel Fisac, autor de un templo con planta en forma de óvalo, ligeramente inclinada, que converge en el presbiterio; bancos en abanico –por él también diseñados–; cubierta que no llega hasta el muro de la cabecera dando paso a un lucernario; hormigón visto en el interior y en el exterior, vigas hueso y tres espacios de muros cóncavos con las imágenes de Cristo crucificado, el conjunto escultórico de la Virgen, Santa Ana y el niño, y el sagrario, obras de José Luis Sánchez.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia