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El paraíso de los micófagos: cinco restaurantes en Madrid para disfrutar de las setas

BELÉN DÍAZ

CARLOS MARIBONA

A propósito de las setas, escribió Josep Plá que hay dos tipos de pueblos, los micófagos y los micófobos. Los primeros son aquellos que valoran y consumen estos hongos que c on la llegada del otoño aparecen en grandes cantidades en los campos y ... bosques de toda España. Los segundos, los que apenas les prestan interés. A diferencia de Cataluña y del País Vasco, donde siempre ha habido una gran cultura de las setas, Madrid fue durante mucho tiempo un pueblo micófobo. A pesar de la enorme riqueza micológica de grandes zonas de la Comunidad , especialmente de las sierras del Norte, tanto la de Guadarrama como la de Somosierra, era este un producto poco apreciado, al margen de una o dos especies bien conocidas que podían encontrarse en tabernas populares. De hecho, no hay en los recetarios tradicionales madrileños referencia alguna a las setas. En los últimos años, como ha ocurrido con tantos otros productos, todo ha cambiado de manera radical. Miles y miles de personas se lanzan los fines de semana al monte en busca de un producto que cada vez es más apreciado . Y apenas hay restaurante que se precie en la capital que no tenga en estos días otoñales, al menos, un plato de setas.

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