Gente de principios

También la Perla de las Antillas cuenta con un lugar denominado Madrid. Pero se trata de uno especial. Todos poseen, es cierto, una característica derivada del nombre, que remite a una genealogía determinada. Llamarse igual que la capital de España otorga a tantos sitios distintos ... una identidad compartida. En este caso, nos encontramos con un emplazamiento rural en la provincia cubana de Camagüey, la mayor del país, cuyos habitantes son conocidos por ser muy suyos y poseer una idiosincrasia propia. No se halla ni en el occidente ni en el oriente de Cuba, sino en el centro y hacia la derecha, pero en un sentido no solo geográfico, sino de equidistancia cultural respecto a ambos extremos de la isla. Sus gentes son tradicionales en el mejor sentido, amables aunque celosas. No son ni excesivamente confianzudos como los orientales, ni abiertos y entusiastas con lo que viene de fuera, caso de los occidentales y en especial los habaneros. Hablantes de un magnífico español, católicos devotos y poco dados a las novedades por el hecho de serlo, los camagüeyanos fueron reconocidos en 2008 con la inscripción de la capital como patrimonio de la humanidad, debido al magnífico casco urbano procedente de la etapa española, de traza irregular, que conservan con amor y devoción. A sólo 61 km. de Camagüey capital, pero a 7.152 de la Puerta del Sol, se encuentra La Madrid, para ser exactos a 21º y 55’ de latitud norte y 78º y 4’ de longitud oeste. Su entidad rural y escasa población se explica por la cercanía de Esmeralda, a 9 km., una pequeña ciudad de 30.000 habitantes muy dispersos en un amplio término municipal. La dedicación a la agroindustria es centenaria. Estamos en la Cuba productora de azúcar, coco, piña, naranja y tabaco, renglones a los que hay que añadir desde siempre en esta región ganadería y maderas preciosas. O el turismo, que merced a las increíbles playas del norte de la provincia junto al canal viejo de Bahama, como cayo Romano, o la de Guaney, se podría desarrollar mucho más. Esta se encuentra a sólo veinte km. de La Madrid, pero la situación de la red vial hace imposible predecir el tiempo necesario para llegar. La temperatura media anual es de 25º, oscila entre 19º y 35º y llueve mucho en verano. Por aquí, en la Cuba profunda, está claro que más vale tomárselo con calma.