Ofensiva policial contra el mayor avispero de narcopisos de Madrid

Un helicóptero y más de 200 funcionarios irrumpieron de madrugada en la zona, la más deprimida de la ciudad según el índice de vulnerabilidad territorial que realiza el Ayuntamiento cada año. La redada, dirigida por la comisaría de Villaverde, contó con la colaboración de la comisaría de Fuenlabrada, la Brigada Provincial de Policía Judicial, UPR, Guías Caninos, el Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas y el Servicio de Medios Aéreos. Además, durante el vuelo del helicóptero un joven de 24 años terminó denunciado por amenazar su seguridad con un puntero láser. La acción, tipificada como muy grave en la ley de protección de seguridad ciudadana, está penada con una multa de hasta 600.000 euros.

Las pesquisas se iniciaron hace más de un año, después de que los agentes tuvieran conocimiento de la posible existencia de puntos de venta y consumo de sustancias estupefacientes en Villaverde. Tras avanzar en las averiguaciones, pudieron marcar en rojo 15 domicilios y otros 15 locales dedicados para tales fines delictivos. Dentro de los mismos, 30 individuos se repartían las tareas para hacer llegar la droga a los consumidores: unos se encargaban de la distribución, otros de regentar los espacios de consumo y los últimos de prestar seguridad y dar el agua en caso de detectar la presencia policial.

Identificados todos los miembros de este grupo criminal, los vecinos de San Cristóbal se despertaron en la madrugada de ayer con el ruido del citado helicóptero, encargado de dar cobertura a los funcionarios desplegados. La operación se extendió durante varias horas, con especial actividad en el polígono de San Dalmacio. Cabe recordar que los ‘bloques militares’, como así apodan en la barriada a los tres únicos edificios de casas de esta ubicación, presentan un elevado porcentaje de okupación. Dos de los edificios, con graves desperfectos y algunos pisos apuntalados ante el miedo a un previsible derrumbe, pertenecen a la Tesorería de la Seguridad Social. Están ubicados a solo 50 metros de la entrada del metro de San Cristóbal de los Ángeles, por lo que el peregrinaje de toxicómanos de un tiempo a esta parte ha sido una constante a cualquier hora del día.

En los últimos meses, los moradores de estos inmuebles se han visto salpicados por una serie de turbios episodios. En diciembre del año pasado, la Policía Nacional rescataba a una menor de 13 años que estaba siendo obligada a prostituirse por su propios familiares. Para ello, la drogaban y narcotizaban hasta el punto de que la víctima se había vuelto adicta a las sustancias estupefacientes. La operación se saldó con la detención de la tía de la niña, acusada de su retención y explotación; y otras doce personas, entre ellos varios clientes y un segundo familiar que grababa algunas de las agresiones sexuales.

Antes, en pleno confinamiento, un hombre resultaba herido muy grave al precipitarse desde la ventana de una segunda planta junto a otro individuo. El detonante del extraño suceso pudo ser pelea desatada en el interior de uno de los narcopisos, ‘famosos’ en el vecindario por su alta conflictividad. Por si fuera poco, a espaldas de la hilera de viviendas se abre paso un vasto descampado, flanqueado por pequeños puntos de chabolas que supuestamente son utilizadas para el consumo.

En febrero, la inmobiliaria de lujo Engel&Völkers hizo pública la adquisición de estos terrenos, dentro de un proyecto millonario que prevé la construcción de «uno de los corredores industriales y logísticos más importantes» del distrito de Villaverde. La actuación contempla el levantamiento de tres parques modulares, con una extensión total de alquiler de 50.000 metros cuadrados. Pese a que las cifras de la transacción fueron secretas, el coste del solar, según el rango de la zona, habría rondado los tres millones de euros.