Un nuevo presidente para borrar la crisis interna y la sombra del fraude en el Real Casino de Madrid

Los 1.800 integrantes de la sociedad cultural están llamados a decidir entre dos candidaturas: la de Alfredo Alvar , historiador y profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que se presenta bajo el lema ‘Recuperemos el orgullo de pertenencia’, o la de Jorge Segrelles , empresario y expresidente del Consorcio Español Alta Velocidad del AVE a La Meca, que acude a las urnas con ‘Un tiempo nuevo’.

El programa de Alvar promete la realización de nuevos estatutos que limiten a ocho años el mandato de los directivos; transparencia en la información a los socios, con una auditoría que determine la salud contable y legal del Real Casino; la creación de un código ético; digitalización ; incremento de la presencia femenina; y potenciación de las actividades culturales, deportivas y las destinadas a menores de edad. «Dos principios fundamentales nos mueven en esta candidatura: el de la transparencia y el de la digitalización», dijo Alvar en su vídeo de presentación, y añadió: «Nos es de capital importancia que el Real Casino de Madrid vuelva a estar en la vanguardia intelectual , cultural y científica que tuvo en Madrid».

Espíritu de unidad, diálogo y convivencia; respeto a la tradición y proyección de futuro, y capacidad de gestión sólida son las tres premisas, por otra parte, de la candidatura de Segrelles que promete modernizar la institución, llevar a cabo un plan integral de mejora de las instalaciones , impulsar el protagonismo de las mujeres, potenciar la cultura y el deporte y reforzar la presencia de personas jóvenes. «Nuestro pasado nos enorgullece y nuestro futuro nos pertenece. Queremos ir con todos los socios con espíritu de concordia, máxima transparencia y gestión compartida para mejorar el legado que hemos recibido», aseguró Segrelles.

Esta es la candidatura por la que ha tomado partido el hasta ahora presidente Orbe Corsini, tras anunciar que no se presentaría a la reelección. «He considerado esencial poner punto final a una situación de división que nunca debió producirse , que siempre traté de evitar y que solo quienes generaron podrán explicar. Me voy satisfecho con los resultados de mi gestión», dijo en una carta de despedida el 7 de marzo. Más tarde, en un guasap enviado a los socios, se posicionó con Segrelles, una candidatura, en sus palabras, de « consenso y concordia ».

Para parte de los socios esto se ha visto como una declaración de intenciones y una continuación del legado de Orbe. Argumentan que el apoyo se debe a que en la candidatura concurren dos personas que él intentó poner a dedo en la junta directiva y que en enero no fueron ratificadas por la mayoría de los socios: Antonio García, que se presenta como tesorero, y Almudena Arribas, como vocal.

Pero las desavenencias con Orbe Corsini no comenzaron en esa junta de enero en la que, además de la no ratificación, los socios se plantaron contra la gestión realizada y rechazaron los presupuestos de 2022 , lo que desencadenó en la convocatoria electoral. Se iniciaron en 2020, cuando un magistrado suspendió cautelarmente el resultado de la votación a secretario de la institución y a cuatro vocales afines a Orbe por presunto fraude, un fallo que ha mantenido la Audiencia Provincial hace dos semanas. Tres de esas personas presentaron más tarde su dimisión al enterarse de hechos que califican como «inadmisibles éticamente». El que era gerente, que declaró contra los simpatizantes de Orbe, fue despedido , motivo por el que también ha denunciado. Ahora, el Real Casino intenta borrar las huellas de los escándalos que empañan el nombre de una institución centenaria.