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Noelia de Mingo disfruta desde hace cinco años del «tercer grado» en Alicante

La doctora que mató a tres personas en la Jiménez Díaz podría quedar en libertad esta semana

Noelia de Mingo, en el interior del vehículo, a su salida del centro penitenciario de Alicante EFE
M. J. Álvarez

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Está a las puertas de la libertad. La misma que lleva disfrutando en un particular «tercer grado» desde hace un lustro, tiempo en el que vive sola en un piso de la mejor zona de Alicante y en el que duerme de viernes a domingo. Apostó por ella y decidió emplear su tiempo libre en formarse, estudiar y prepararse para su vida laboral. Escogió un puñado de idiomas –le encantan y tiene facilidad para ello– y un máster en Psicología. Se llama Noelia de Mingo , tiene 45 años, es médico y hace 14 años –el 3 de abril de 2003– sembró el terror en la Fundación Jiménez Díaz. Asesinó a tres personas, a las que acuchilló hasta la muerte, e hirió a otras siete, en pleno brote psicótico. Era residente de 3º de Reumatología. Ahora solo piensa en el futuro: «Soy consciente de que no voy a ejercer la Medicina ; por eso me gustaría ser traductora», ha dicho.

En estos años de «tercer grado», cada día sale a las 9 del psiquiátrico penitenciario de Fontcalent (Alicante) para regresar a las 20 horas, cenar y dormir . Mañana está previsto que el tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid que la juzgó decida si la deja libre, con la condición de que siga el tratamiento ambulatorio bajo un doble control: el de la custodia materna y el de un centro de salud mental.

Decisión polémica

Diagnosticada de esquizofrenia paranoide, fue absuelta en el juicio celebrado en 2006. Le aplicaron la eximente de enajenación mental completa porque «tenía totalmente anuladas sus facultades mentales». Debido a su «acreditada peligrosidad criminal» , la Sección Decimosexta de la Audiencia madrileña estableció su ingreso en Fontcalent durante un máximo de 25 años. En la vista oral quedó acreditado que llevaba tiempo sufriendo delirios y que se sentía amenazada por sus compañeros. ¿El motivo? No se tomaba la medicación prescrita que ella misma se retiró.

Su buena evolución a lo largo de estos once años en el psiquiátrico ha hecho que la juez de Vigilancia Penitenciaria, con el visto bueno del fiscal , haya pedido su libertad. A ello se ha unido el director del centro. Una decisión que los familiares de las víctimas no comparten y que ha generado polémica. «¿Por qué no permanece internada el tiempo establecido? ¿Hasta qué punto puede hacer su vida normal un enfermo de esquizofrenia? ¿Y si sufre más brotes psicóticos?», se preguntan. Y no solo ellos. También sus vecinos de El Molar, su pueblo natal en donde vivió y reside su madre.

Mañana está previsto que la Audiencia Provincial resuelva si la deja salir con tratamiento ambulatorio y control materno

Los psiquiatras consultados por ABC abogan por que estos enfermos se integren en la sociedad, en contra del viejo criterio de encerrarles de por vida. «Una esquizofrenia paranoide tratada no acarrea ningún problema», asevera el psiquiatra forense José Cabrera . Las cifras y los hechos cantan. «Menos del 3% de los delitos violentos en España los comete gente con una enfermedad mental grave ». En cuanto al control de la medicación, dijo que la pastilla ha pasado a la historia. «Ahora se ponen inyectables cada cierto tiempo; es la mejor forma de controlar al enfermo, la más cómoda. Y en caso de que no acuda al centro de salud se llama a la Policía».

En la misma línea se manifestó Luis Caballero , jefe de Psiquiatría del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda. «En algunos casos hay personas que solo sufren un brote psicótico en su vida y si está bien atendida y tratada no hay problema de ningún tipo», concluyó.

No recuerda lo que hizo, pero es consciente de las vidas que segó por su brote de locura y de la enfermedad que padece

En el módulo de mujeres de Fontcalent, en donde está De Mingo, todos hablan bien de ella. «Jamás ha dado ni un solo problema. Desde que entró se ha tomado la mediación a rajatabla y es muy participativa en las consultas psiquiátricas y psicológicas. No ha tenido ni un solo altibajo», recalcan fuentes conocedoras del caso. «Ni siquiera estuvo en el módulo de agudos cuando ingresó, donde suelen recalar todos los internos». Además de ser una paciente ejemplar, es colaboradora, humilde, no mira a nadie por encima del hombro y ha ayudado todo lo que ha podido, agregan.

«Todas sus salidas terapeúticas han sido productivas, es decir, por motivos de estudios (al margen de los permisos), tiene apoyo familiar, es responsable y ha cumplido con todos los requisitos exigidos, por lo que se le ha ido dando cada vez más libertad», precisan. Por eso, desde hace muchos años solo acude al psiquiátrico para cenar y dormir . Todos los internos comienzan con salidas tuteladas que, según su evolución, se amplían hasta poder abandonar las instalaciones solos si no hay quebrantamiento de las medidas de seguridad ni consumos de sustancias prohibidas. Algunos hacen deporte, pasean... De Mingo en este tiempo ha estudiado Psicología por la UNED y ha tenido que acudir a examinarse a la Universidad de Alicante. Además, sigue matriculada en la Escuela Oficial de Idiomas donde ha logrado el nivel C2 de valenciano y el C1 en inglés, lengua que sigue estudiando, junto con el portugués, ya que quiere dedicarse profesionalmente a la traducción. De Mingo tiene en depósito un portátil que le entregan cada día al salir; dentro está prohibido.

Estigmatizada

«Le gusta mucho escribir y ganó un concurso de relatos en el centro», explican. Muy inteligente, reservada, educada, cordial y de buen trato, es plenamente consciente de las vidas que segó y de los heridos que dejó por su brote de locura y de su enfermedad . Sin embargo, alguna vez ha comentado que no recuerda nada de lo que lo hizo. «Está arrepentida, desea no volver a tener ningún brote psicótico y sabe lo que tiene que hacer».

Realista, tiene integrado plenamente todo el mal que causó y el motivo, además de ser estigmatizada y de la alarma social que puede generar su salida. Así lo indica el informe médico forense remitido por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria a la Audiencia Provincial de Madrid, que ya está estudiando la Sección Decimosexta, así como los escritos de las partes. Todos se muestran a favor, menos la acusación . Ese informe alega que «está asintomática, que se ha enfrentado a situaciones de estrés, que ello no ha afectado a su evolución, que está muy arropada por su familia y que tiene derecho a integrarse, tal y como dice la ley».

De Mingo está preparada para salir, según las fuentes consultadas por este diario. «Algunos enfermos tienen miedo escénico y se les ha tenido que aplicar el protocolo antisuicidio días antes, no es su caso». Es más, aseguran que «ella tiene muchas ganas de quedar libre ; la decisión le ha llegado de sopetón, no se lo termina de creer».

Este fin de semana puede ser el último que pase en semilibertad. El viernes su hermana Eva fue a buscarla a Fontcalent a las 9.30 horas en lugar de coger el autobús para evitar a los fotógrafos. Pasarán estos días con su madre, Consuelo, y sus sobrinos. El domingo a las 20 horas volverá al psiquiátrico. Puede que sea la última vez y que regresen a El Molar juntas.

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