La nieve aún bloquea los accesos y patios de los colegios: «Hemos limpiado la calle los vecinos»

El 98 por ciento de los 2.550 centros educativos reabren este miércoles tras perder siete jornadas lectivas por Filomena. «Las familias nos sentimos abandonadas, entendemos que ha sido una nevada histórica pero no puede ser que los colegios tarden doce días en abrir », critica Fernando Padilla tras dejar a sus niños, de 7 y 5 años, en el Joaquín Costa. Si hay un ancho paso abierto entre la nieve, es gracias a los padres, que sacaron las palas el pasado 11 de enero . «Los vecinos hicimos un llamamiento para limpiar la calle y los accesos antes de que se helaran», asegura Padilla, que pertenece al AMPA (Asociación de Padres y Madres de Alumnos) del enorme centro. También se ofrecieron para despejar las instalaciones del colegio, pero la Junta de Distrito rechazó la oferta alegando que de ello se encargaría una patrulla municipal. Todos los patios continúan bajo un manto blanco. «El aparcamiento de los profesores está limpio, pero los patios no. Los alumnos no pueden salir. Esas son las prioridades, el vehículo privado antes que el espacio educativo», lamenta Padilla.

A diferencia de otros, el Joaquín Costa no ha sufrido graves consecuencias . Filomena no ha infligido daño alguno en las cubiertas ni en los tejados de los varios bloques que forman el colegio. Sin embargo, su apertura también se pospuso. «Podría haber abierto antes, si todo estaba bien. Nos dijeron que teníamos que esperar a que viniese un técnico y lo comprobase», explica Padilla. Después de unos minutos bajo el paraguas, puede regresar a su casa y al teletrabajo.

Mientras la mayoría reabre pese a las incidencias, la Consejería de Educación informó ayer de que un total de 43 centros permanecen cerrados (26 están en la capital, diez en el este de la región, seis en el sur y uno en el norte) por averías en los sistemas de agua o calefacción (23), problemas de accesibilidad (10), daños en cubiertas (6) y riesgo de desprendimiento de los tejados (4). Diez de ellos abrirán sus puertas este jueves, según ha trasladado el consejero de Educación, Enrique Ossorio , y de los otros 21 que han retomado las clases parcialmente, pues todavía cuentan con desperfectos, dos recuperarán mañana la normalidad.

No obstante, hay que sumar uno más a la lista . El candado en el CEIP Ausias March , en Villaverde, se ha puesto esta misma mañana, poco después de que los niños desayunaran en el comedor. El colegio despertó precintado, pero nadie sabía por qué. «Se han presentado agentes tutores de la Policía Municipal y como no había ninguna orden ni nada han decidido quitar el precinto. A las 8.40 he llevado a las niñas y estaba la directora en la puerta diciendo que las clases se suspendían», cuenta Verónica Parra, madre de dos pequeñas de 10 y 6 años.

Si bien los servicios técnicos de la Comunidad de Madrid confirmaron ayer que el centro podía reabrir, a primera hora de este miércoles la Consejería de Educación ha ordenado su clausura, tras recibir un aviso de la Junta Municipal de Distrito de Villaverde. Los padres no esconden su enfado. Muchos menores han desayunado en un inmueble con riesgo de derrumbe. No hay fecha de vuelta. «Nadie nos ha dicho nada de si mañana podrán ir. No entiendo esta falta de previsión y descoordinación entre administraciones», espeta Verónica, al otro lado del teléfono. Tendrá que compaginar un día más el cuidado de sus hijas con el teletrabajo.

A lo largo de la mañana, las críticas han plagado las redes sociales. «Tremendamente lamentable la entrada al colegio» , escribía una madre en Twitter. El centro, en el distrito de Latina, ha amanecido rodeado de nieve y de papeleras a rebosar de basura. Otra mujer ha señalado a un colegio público en el interior de la M-30: «Flipando con el estado de los alrededores del colegio de mis hijos. Van a dar clase rodeados de montañas de nieve y ramas de árboles caídos». En el colegio Valdefuentes , en el distrito de Hortaleza, los coches de los padres han asediado la calzada aparcando en doble fila por la nieve y complicando el tráfico . Pero no solo los progenitores ponen el grito en el cielo. El propio CEIP Lope de Vega, en Carabanchel, ha denunciado que los accesos para peatones «están fatal o son inexistentes»; el patio interior también está oculto bajo el hielo.