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Muebles, carritos y hasta cajas

El estanque del Retiro se ha vaciado ya de sus 55.000 metros cúbicos de agua. En el fondo, junto a toneladas de cieno, han aparecido mil y una sorpresas: desde centenares de sillas, mesas y bancos a objetos tan llamativos como carritos de supermercado, una máquina expendedora de chicles o una caja fuerte. Naturalmente, vacía.

Los restos hallados han dificultado la labor de «rescate» de los peces. Daniel G. López

Hasta hace once días, el estanque del Retiro tenía miles de metros cúbicos de agua y abundantes ejemplares de muy bien criados peces. Ahora que se ha vaciado, se ha podido saber que también contenía otras cosas. A saber: 192 sillas, 41 mesas, 20 papeleras de diferentes modelos, nueve bancos de madera, cerca de veinte vallas metálicas... y así, una larga relación de objetos de todo tipo que los técnicos encargados de su limpieza se han encontrado al vaciar el vaso.

Lo explicó a ABC Juan Azcárate, jefe de la sección de ecología fluvial del Ayuntamiento madrileño: en el fondo del estanque había contenedores de basura, soportes de sombrillas llegados de quién sabe dónde, más de cuarenta barcas hundidas, dos piraguas, y en la zona del Paseo del Salón -la más transitada por los madrileños, especialmente los fines de semana-, se localizaron un buen número de artículos personales, desde teléfonos móviles a gafas de sol, urnas con cenizas, aparatos de radio, cámaras fotográficas y zapatos -«pares sueltos», especifican- que algunos paseantes perdieron y no se arriesgaron a recuperar.

En el vaso había también juguetes, restos de la balaustrada que circundaba el estanque y hasta columnatas de la barandilla del entorno del monumento a Alfonso XII. Algunas de estas piezas, confirmó Azcárate, serán recuperadas por su valor arquitectónico.

Pero lo que más ha sorprendido a los técnicos municipales ha sido encontrarse en el interior del estanque con artefactos como un carrito de supermercado, una máquina expendedora de chicles -cómo ha podido llegar allí es todo un misterio-, monopatines, diábolos, bidones metálicos e incluso una caja fuerte -«abierta y vacía», precisan-.

A diferencia de lo que ocurrió tras el vaciado del lago de la Casa de Campo, donde al parecer se hallaron armas de fuego, en el estanque del Retiro no han aparecido pistolas, pero sí dos cuchillos de grandes dimensiones, junto con varias riñoneras y carteras vacías. Los funcionarios encargados del vaciado no descartan nuevos «descubrimientos» al retirar los lodos, que en algunos puntos supera el medio metro de altura.

Todos los peces han sido recuperados, y su número total supera las estimaciones previas, que lo situaban entre los 5.000 y los 6.000 ejemplares. La primera conclusión que se ha obtenido sobre ellos es que se ha producido poca reproducción: eran, en general, ejemplares muy longevos.

El más grande ha sido una carpa que pesaba 11,5 kilos. Los peces serán devueltos al Retiro cuando las obras hayan finalizado.

El siguiente paso será trabajar sobre el fondo y los muros que rodean el estanque, en los que se han detectado varias fugas. Los técnicos de Patrimonio deberán estudiar además el valor histórico de un canal de recolección de agua hallado en el fondo del vaso. La próxima primavera, el estanque podrá volver a llenarse.

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