Cibeles espera el tercer monólogo de Reina

Los españoles descubrimos las cualidades de Pepe Reina para el showbusiness en 2008, cuando la Selección Española, entonces capitaneada por Luis Aragonés, el «sabio de Hortaleza», celebró su victoria en la Eurocopa en la plaza de Colón. Era el 1 de julio, la plaza estaba abarrotada de jóvenes y mayores vestidos de rojo y sedientos de triunfos, tras tantos años de no pasar de cuartos. Y Reina les dio justo lo que necesitaban.

«El otro dia fui a un restaurante y había un camarero muy pesado ». Así comenzó una retahíla de chascarrillos seguidos de canciones populares, que consiguió encandilar al público y hacer reir a sus compañeros. «¡Camarero! Una de mero:una de mero, dos de febrero, tres de marzo, cuatro de abril». « ¡Camarero! Una de pacharán: pacharán más de mil años , muchos más...». «¡Camarero! Una cuchara: la cucharacha, la cucharacha, ya no puede caminar». «¡Camarero! Una de crepes: cuando crepes que me ves cruzo la pared...».

La imaginación de Reina parecía no tener límites aquella noche: «¡Camarero! Una de pollo al ajillo que lleve avecrem :pollo al ajillo que lleva a vecrem». «¡Camarero!, La cuenta: cuéntame qué te pasó...». «¡Camarero! La recuenta: dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis...».

Algunos incluso llevaban dedicatorias «Una para el guaje Villa y para Santi Cazorla:¡Camarero! Una de alubias:alubias, patria querida...». «¡Camarero! Una de sandía: sandía una vez un circo...». Para terminar, un clásico:«¡Camarero! Una de champiñones: champiñoooooones, champiñooooones, oooeeeé, oooeeeeé, oooeeeé...».

La explanada del Puente del Rey, en Madrid Río , fue el lugar elegido el 12 de julio de 2010 para que los madrileños homenajearan a la Selección Española, nada más ganar el Mundial de Fútbol. De nuevo Reina se convirtió en maestro de ceremonias, y tuvo tiempo hasta para acordarse del cuerpo técnico al completo.

En esta ocasión, los chistes y canciones dieron paso a una chispeante presentación de sus compañeros, uno por uno. «Con el número 1, casi un santo de Móstoles: Iker Casillas ». «El 2, se mata por un pin, Raúl Albiol ». «El número 3, el dandy de la playa, Gerard Piqué ». «Con el número 4, con 55 partidos imbatido, Carlos Marchena ». «El 5, nos metió en la final con su pelo de Tarzán, Carlos Puyol ». «Con el 6, Sweet Iniesta, el hombre que escribió el guión de la final». «Con el número 7, el gol de España tiene un nombre, el guaje David Villa ».

Entre los aplausos de una multitud enfebrecida —y no sólo por la temperatura externa—, Reina continuó su presentación: «Con el 8, la batuta, le doy, no le doy: Xavi Hernández ». «Número 9: todo empezó hace un mes y 13 días, marcando el gol de Alemania. Nos hizo soñar, nos hizo creer: Fernando Torres ». «Con el 10, es el futuro de España y del Barça: Cesc Fábregas ». «Con el 11, el dueño de la banda izquierda, el incombustible Joan Capdevila ». «Con el 12, la pantera de Hospitalet, el genio, el carácter: Víctor Valdés».

Vicente del Bosque , seleccionador nacional en este campeonato, contemplaba la escena divertido: «Con el número 13, el tobillo mágico, el amigo del amago: Juan Mata ». «Con el 14, el pulmón: tiene heridas de guerra: Xabi Alonso ». «Con el 15, el indio de Camas, el pulmón de la banda derecha: Sergio Ramos ». «Con el número 16, el hombre del mundial, el quitanieves, Sergio Busquets ». «El 17, le llamamos el espartano: Álvaro Arbeloa ».

El portero no dejaba de apelar cariñosamente a cada uno de sus compañeros: «El 18: va al baño, y va en sprint; va a comer y va en sprint: Pedrito Rodríguez ». «Con el número 19, el camión de la Roja, el hombre que tiró de nosotros contra Portugal: Fernando Llorente ». «Con el número 20, desde los altos hornos de Bilbao, el hombre que roba más balones del planeta, Javi Martínez ». «Con el número 21, desde Canarias, con su sambita, su arte, su guasa, David Silva ». «Con el 22, el pajarillo loco, el nervio de la selección, Jesús Navas ». Y por fin, «con el número 23, este humilde speaker que está con vosotros de corazón». Un discurso emocionado y emocionante que llenó a sus compañeros y a los millones de aficionados que lo siguieron en directo y por televisión. Y hoy le toca repetir.