La misteriosa herencia que puede salvar las cuentas de la Comunidad

En definitiva, un deceso millonario que puede disparar la recaudación para la autonomía presidida por Cristina Cifuentes y así lograr reducir el déficit al nivel esperado sin mayores ajustes. Así lo incluye la Airef en su informe sobre los planes de la Comunidad de Madrid, en los que respalda las previsiones regionales y señala que cree que cumplirá el objetivo de déficit .

Fuentes de Hacienda de la Comunidad explican que se trata de una herencia «importante» que reportará a las arcas públicas madrileñas una enorme inyección de recursos a través del Impuesto de Sucesiones.

¿Quién puede ser la misteriosa herencia? El Gobierno regional no incluye en sus presupuestos ningún detalle y, de hecho, tampoco refleja un aumento de recaudación en esta tasa en sus presupuestos –sí en sus planes económicos pero estos, al margen del comentario de la Airef, no han salido a la luz–, ya que prevé la misma cantidad que el año pasado, unos 550 millones de euros. Aún así, en 2015, los datos de ejecución recogen unos ingresos por Sucesiones de 307 millones de euros, un 16% menos que en 2014.

Pese al anonimato de la misteriosa fortuna, las importantes exenciones fiscales de la región en este impuesto permiten trazar un perfil del heredero. La región es una de las que bonifica más este tributo –en un 99%– a los familiares más directos, ya que los descendientes, cónyuges y ascendientes apenas pagan él. Por ello, el heredero que tributará por Sucesiones bien no tiene parentesco familiar con el difunto o lo tiene de manera más lejana, por ejemplo siendo un sobrino.

Este sería el caso del presidente de El Corte Inglés, Dimas Gimeno, que heredó una importante cantidad millonaria por el deceso de su tío y anterior mandatario de la empresa, Isidoro Álvarez, y ahora debe pagar el Impuesto de Sucesiones en Madrid, señalan fuentes financieras.

El Impuesto de Sucesiones, al margen de las bonificaciones que introduce la Comunidad, aplica un tipo creciente según la cuantía que puede llegar al 34% en el caso de las herencias por encima de 798.000 euros. Un umbral que parece que supera ampliamente el heredero.

«Ha debido de ser una gran herencia patrimonial a algún heredero que no tenga una línea muy directa» , asegura Jesús Sanmartín, presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales de España, a la vista de las exenciones de la Hacienda madrileña.

En todo caso, la Autoridad Fiscal introduce una velada advertencia sobre el optimismo en las previsiones de esta recaudación: «Dados los beneficios fiscales establecidos en el impuesto, el momento en el que se espera la liquidación y las posibilidades de aplazamiento de la deuda tributaria, podría darse alguna desviación en la previsión autonómica ».

Es decir, si el heredero en cuestión planteara aplazar el pago del impuesto, las cuentas de la Comunidad de Madrid de este año, peligrarían frente a lo presupuestado en Sucesiones. En ese caso, fuentes regionales señalan que la cantidad aplazada tampoco haría peligrar el cumplimiento del déficit este año , que se ajustaría al 0,7% del PIB apalabrado.

Como fuere, la Autoridad Fiscal mejoró sus previsiones de Madrid tras analizar los planes en los que incluye los ingresos por la misteriosa herencia. Si en su estimación inicial creía que el descuadre entre gastos e ingresos públicos se iría al 0,8%, ahora piensa que acabará en el 0,6%. Las arcas públicas madrileñas deben rebajar a la mitad su déficit desde el 1,36% del PIB, en el que acabó el año pasado.

Las cuantiosas bonificaciones del Impuesto de Sucesiones en Madrid han provocado que la Comunidad sea el refugio favorito de las herencias en los últimos años desde otras regiones como Andalucía, Cataluña o Asturias, con impuestos menos amables. Hasta el punto de desencadenar una guerra fiscal entre territorios para atraer herencias.

Un caso que ha salido recientemente a la luz es el de Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba . Tras su muerte en noviembre de 2014, sus herederos alegaron que tributarían en Madrid, ya que allí estaba empadronada, ante las quejas de la Junta de Andalucía , que defendía que pagara sus impuestos en esa comunidad, ya que residía amplios periodos en Sevilla, ciudad donde murió.

Las diferencias de ceros al pagar de impuestos en una región u otra explican la diáspora de herencias. Por ejemplo, un soltero de 30 años que hereda 800.000 euros de su padre , de los que 200.000 corresponden a la vivienda del fallecido, paga más de 164.000 euros en Andalucía. Una factura que adelgaza a 1.586 euros si la misma situación se da en Madrid: cientos de miles de euros de diferencia, como calcula el Consejo General de Economista.

Pese a sus cuantiosas bonificaciones, la autonomía es la que más recauda por Sucesiones de toda España, donde los ingresos superan los 2.000 millones de euros. Madrid recabó por Sucesiones y Donaciones unos 400 millones en 2013, frente a los 344 de Andalucía o los 298 de Cataluña.

Las fronteras fiscales entre autonomías provocan que en las comunidades con impuestos altos se acumulen las renuncias a herencias de beneficiarios, que prefieren no recibir nada a pagar impuestos para los que, en muchos casos, no tienen liquidez suficiente. Mientras, Madrid se ha convertido en la capital española del «turismo» de herencias. Una situación que este año podría salirle más que rentable.