Misa por televisión y más rosquillas para vivir este San Isidro marcado por el coronavirus

La solemne Eucaristía que acoge cada año la colegiata de San Isidro será oficiada hoy 11 horas por el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, a puerta cerrada. Podrá seguirse por el canal de YouTube habilitado por la Real Congregación de San Isidro de Naturales de Madrid .

Después de la Misa en la colegiata, se desplazará a la ermita del Santo, donde presidirá otra Eucaristía a las 12.30 horas también sin feligreses. En la celebración, que podrá verse en directo por Telemadrid , se procederá a la tradicional bendición del agua de la fuente del Santo que, por primera vez en muchas décadas, no se repartirá entre los fieles.

A pesar de que no hay nada que invite a acudir de forma masiva a la pradera, la Policía Municipal de Madrid desarrollará desde hoy un dispositivo especial de vigilancia por el puente festivo y desplegará agentes en Las Vistillas y el parque de San Isidro para que no se produzcan «aglomeraciones». El Ayuntamiento de Madrid ha informado de que se habilitará un servicio en la zona hasta el domingo que evite la concentración de personas, así como las «conductas contrarias a las disposiciones del estado de alarma, prestando especial atención al mantenimiento del distanciamiento social entre los ciudadanos».

Lo que no faltará serán las tradicionales rosquillas que han preparado, con esmero durante toda esta semana, las pastelerías de Madrid. «Calculamos que ya han regresado a la actividad, al menos, el 90 % de los obradores y las tiendas», explica a ABC Juan Antonio Martín, presidente de la Asociación de Empresarios Artesanos de Pastelería y Panadería de la Comunidad de Madrid . Uno de los gremios que ha permanecido trabajando durante los momentos más críticos de esta crisis del coronavirus (Covid-19) y que asegura haberse dejado por el camino el «50 % de su facturación habitual». «Nos mantenemos en pie. Vamos a ser un sector que, si hace las cosas bien –aseguran que han extremado todas las medidas de seguridad e higiene–, puede que este verano nos empiece a ir mejor. Habrá más público en Madrid», opina.

Es lo mismo que prevén que ocurra con las rosquillas del Santo de las que calculan que se podrían vender cerca de 6 millones de unidades. «Puede que más incluso que el año pasado», asegura mientras prepara una hornada de los dulces que venderá en sus pastelerías Manacor, presencialmente y online . «Las ventas online son las que han sostenido nuestros negocios estos días. Hemos pasado de los diez pedidos diarios que nos llegaban antes de la crisis a más de 300. El crecimiento ha sido exponencial. Los dulces se han convertido en un regalo que hacer llegar a los seres queridos que no podemos ver», explica.

Tontas, listas, de Santa Clara o francesas –las variaciones sobre esta receta tradicional son infinitas–, obradores clásicos como el de La Mallorquina no paran de fabricarlas estos días. Otros han vuelto a encender sus hornos con ellas, como la célebre La Duquesita , que reabrió el pasado sábado para alegría de sus vecinos.