Miguel Ángel Rodríguez, un «guardaespaldas» para Ayuso

Miguel Ángel Rodríguez saltó a la fama por ser el hombre que llevó a un joven Aznar hasta la presidencia de la Comunidad de Castilla y León. Fue desde entonces el jefe de todas sus estrategias, y en 1996 se convirtió en el Secretario de Estado de Comunicación y portavoz del Gobierno. Pocos años después, se hizo a un lado para centrarse en su actividad privada, aunque siguió acaparando titulares, muchas veces en medio de la polémica: fue condenado por injurias contra el doctor Montes en 2011 -a raíz del caso de las sedaciones en el Hospital Severo Ochoa, que los jueces desestimaron al no hallar indicios de delito-; y, de nuevo en 2013, tras un accidente del coche que conducía superando las tasas de alcoholemia permitida.

Desde que Isabel Díaz Ayuso fue designada candidata, en enero de 2019, Miguel Ángel Rodríguez se puso a su lado, como asesor de lujo, dicen en el partido que siguiendo indicaciones de Pablo Casado y José María Aznar. Él se ocupó de trabajar durante meses, hasta las elecciones, ese diamante en bruto que, a ojos del presidente de los populares, es la ahora líder regional. Y ha seguido aconsejándola desde la sombra; hasta ahora, cuando se ha decidido a salir a la luz, a petición de la presidenta. Explican fuentes populares que Rodríguez «se entiende muy bien con Ayuso, la sabe llevar ; han encajado muy bien y tiene experiencia demostrada».

Su desembarco en la Real Casa de Correos ha generado diferentes reacciones: una inyección de tranquilidad para los populares y una descarga de alto voltaje para Ciudadanos. De hecho, en esta formación, que cogobierna con el PP en la Comunidad de Madrid, el nombramiento se interpreta como un ataque frontal. Rodríguez, recuerdan, ha criticado reiterada y abiertamente a esta formación, ha arremetido contra el vicepresidente Aguado «y hasta se ha metido con su padre», lamentan; y ha llamado «mierda» al expresidente y actual consejero Ángel Garrido , aunque luego rectificó y lo cambió por «tránsfuga de mierda».

En los cuarteles naranjas, el nombramiento se rechazó desde el minuto uno : los seis consejeros de Cs expresaron su malestar por esta decisión , alguno con palabras muy fuertes en el propio Consejo de Gobierno. Y luego el vicepresidente Ignacio Aguado no dudó en hacer público ese malestar. Tras lo cual, optaron por establecer su propio «cordón sanitario»: centrarse en las áreas de Gobierno que les corresponde gestionar y evitar todo contacto con el nuevo jefe de gabinete.

Varios dirigentes consultados coinciden en su lectura de la elección de Miguel Ángel Rodríguez: «Es impresentable». Creen que «ha sido cosa de ella [Ayuso], para endurecer su discurso contra Pedro Sánchez»; pero también como patada en el estómago a un socio incómodo en muchas ocasiones. Entienden como «una frivolidad» el hecho de que, en cinco meses de Gobierno, Díaz Ayuso haya tenido ya «dos jefes de gabinete y dos jefes de prensa». Y hacen un paralelismo con el presidente Trump: «Parece que se cambian los otros cargos porque no se puede cambiar de presidente» .

Respecto al efecto que pueda tener su llegada sobre la marcha del Gobierno bicolor, están convencidos de que la relación entre los socios se va a tensar más aún. Pero creen que no saldrá bien: «Le va a pasar factura a ella» , porque, «en lugar de gestión, va a vender bronca».

A lo largo de esta primera semana, Rodríguez ha empezado a «tomar los mandos del Nautilus», en expresión muy gráfica escuchada en la sede regional de la Puerta del Sol. Los populares lo han recibido con los brazos abiertos: «Es lo mejor que nos podía pasar» , aplaude un veterano político popular. El equipo próximo a la presidenta justifica que ella ha tenido que «comerse cosas mucho peores que un insulto en un tuit , como firmar nombramientos de personas como Garrido y de otros viceconsejeros y asesores que hasta hace poco cobraban del PP».

Hay, en todo caso, dos versiones entre los cargos del partido conservador. Por un lado, los que aseguran que Rodríguez es «un killer que viene a defender a Ayuso y, por extensión, a todo el Gobierno de Madrid, lo que incluye a Ciudadanos», ante los ataques «del Gobierno de Pedro Sánchez». Aconsejan a Ciudadanos que «no lo tomen como algo personal» , y dan el tema por zanjado.

No obstante, hay dirigentes que reconocen otra intención detrás de este polémico nombramiento: «Él es el acicate que nos faltaba para destacar la figura de ella respecto a Aguado». Ahora mismo, confiesan, «hay dos gabinetes fuertes en el Gobierno, el de Ciudadanos y el de Ayuso, y Miguel Ángel Rodríguez viene a ensalzar la figura de ella»; porque «Aguado, Ángel Garrido y Alberto Reyero son tres pesos pesados y en el PP necesitamos un ariete, y ese es él». Es más, están convencidos de que va a actuar como «un consejero en la sombra», que tomará decisiones «en todos los campos». Y, «si alguien no le acompaña, le mandará a hacer puñetas», auguran.

En cuanto al efecto que va a tener el nombramiento del nuevo jefe de gabinete sobre la estabilidad del Gobierno PP-Cs, las mismas fuentes están convencidos de que desde la formación naranja «no van a romper el pacto, porque no les queda otra opción; se la tienen que envainar». Eso sí, prevén «mucha tensión; va a ser la guerra, seguro».

Dan por sentado, en todo caso, que en los meses previos a las próximas elecciones autonómicas, esta entente madrileña saltará por los aires. Mientras, dan por sentado que la legislatura «va a ser movida» y no descartan, «a no tardar mucho», alguna crisis de Gobierno. Por el lado del PP, apuntan ya a consejeros «intocables», como Enrique Ossorio, Javier Fernández-Lasquetty y Enrique López , «que está tocado por la mano de Dios». Pero las «bajas» también pueden ser en la formación naranja, aunque «Aguado tendrá que pactarlas con Ayuso porque es ella, como presidenta, la que nombra o quita consejeros».