Metro solo transportó a 70.000 usuarios durante su apertura nocturna el día del Orgullo Gay

La red de Metro se abrió por primera vez durante las 24 horas del sábado (abriendo sus puertas desde las 2 hasta las 6 horas fuera del horario convencional) para hacer frente a la demanda del World Pride que, finalmente, fue inferior a la esperada, como ha señalado Rollán tras reunirse en el Consorcio Regional de Transportes . En general, Rollán se ha alegrado del balance con respecto al uso del Metro en el WorldPride, aunque en el conjunto del evento —de 10 días— ha considerado que «las expectativas estuvieron por encima de la realidad» y que esperaban un tránsito mayor.

Así, frente a los 1,4 millones de usuarios que la Red de Metro promedia en un sábado normal, el World Pride aumentó esta demanda «en unos 240.000 usuarios» sólo durante este día (70.000 de ellos entre las 2 y las 6 horas), unas cifras inferiores a las previstas por Transportes. «Esperábamos un número francamente muchísimo más elevado», ha señalado Rollán. Con respecto a la cifra de usuarios de Metro durante la madrugada, el consejero ha indicado que «un poquito menos es lo que se desplaza en un partido de fútbol» y que, aunque el suburbano ha sido capaz de dar respuesta al número de viajeros registrados, hubiese estado preparado «incluso para multiplicarlo por diez».

En cuanto a si la huelga de trabajadores de la Red de Metro pudiera o no haber afectado a las cifras del transporte durante el fin de semana, el consejero ha asegurado que los paros «no han tenido repercusión» en la movilidad y que «se ha producido el equilibrio entre el legítimo derechos a huelga y el legítimo derecho de las personas a utilizar el metro». Metro de Madrid tuvo, en general, un incremento de cerca de 950.000 de usuarios durante el WorldPride, un número que también estaba por debajo de las previsiones de la Consejería para un evento de esta envergadura.

Transportes ha comparado esta cifra con la registrada durante las Jornadas Mundiales de la Juventud en 2011, en donde se registró un aumento del nivel de viajeros de alrededor de 6 millones en 7 días, mientras que el Orgullo ha incrementado su afluencia en «sólo» un millón durante 10 días de celebración, lo cual ha servido de «lección» para las previsiones futuras del Consorcio.«Estábamos en disposición no de mover uno, sino de mover 7 u 8 millones de viajeros sin ningún problema. En el futuro tendremos que modular y no matar mosquitos a cañonazos», ha concluido el consejero.