Matar al mensajero para cobrar su seguro de vida

Una persona encontró el cadáver en el camino de la Cuesta Alta del citado municipio y dio la voz de alarma. Hasta el lugar se desplazaron los agentes del Sector de Tráfico de la Guardia Civil a fin de esclarecer lo que parecía un caso claro de atropello mortal con fuga. Pero nada más lejos de la realidad. La inspección ocular apenas dejaba lugar a dudas: el arrollamiento se había producido para entorpecer la labor de los investigadores.

Con estos mimbres, los encargados del caso se entrevistaron con varias personas del entorno de la víctima y concluyeron que detrás del suceso se encontraban dos hermanos asentados laboralmente en Valdemoro. Estos dos individuos, con multitud de antecedentes por tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, estafa y robo, llegaron a contratar un seguro de vida a nombre de la víctima, en el que se situaban como principales beneficiarios del mismo.

Completado el puzle, los agentes pisaron el acelerador de su detención al constatar la intención de abandonar el país de uno de los sospechosos. Tal fue la premura, que este sujeto fue arrestado en el aeropuerto de Barajas cuando estaba a punto de embarcar en un vuelo internacional. El otro encartado cayó en el propio lugar de trabajo sin oponer resistencia.

Pese a la gravedad de los hechos, el juez de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Valdemoro acordó la libertad provisional de los dos hermanos, retirándoles el pasaporte y con la obligación de acudir a firmar al juzgado cada siete días. Durante su comparecencia ante el magistrado, los dos investigados se acogieron a su derecho constitucional a no declarar. Se les investiga por la presunta comisión de un delito de homicidio, una calificación penal que podría cambiar a medida que avancen las pesquisas en el marco de la instrucción judicial. Si se diera el caso, también podría variar su actual situación procesal.