Marisa Monte: «Siento la necesidad de resistir a estos momentos de regresión con el cariño»

¿Por qué describe este disco como 'afirmacionista'?

El afirmacionismo o afirmativismo es un contrapunto crítico al negacionismo que surge de la necesidad de resistir, afirmando siempre valores fundamentales como la naturaleza, el amor, el conocimiento, la ciencia, la paz, el arte, la cultura, la belleza, la armonía.

Otro concepto acuñado por usted, que me parece muy interesante y que creo que aparece subliminalmente en el disco, es el de la 'resistencia poética'. ¿De qué se trata?

Estamos viviendo momentos de regresión conservadora, en Brasil y en el mundo, y creo que resistir con amor, con cariño, con belleza y con arte es una necesidad, un propósito y una necesidad vital. La energía de la música es mi herramienta para eso.

¿Cuál es el principal problema de la actualidad en Brasil?

Ojalá hubiera un mayor compromiso de la clase política con el país, que tuviéramos un país más amoroso, más solidario, donde la gente pudiera estar en armonía por el bien común. También me gustaría ver una mayor representación de mujeres, más voz para las minorías, más cuidado del medio ambiente, más valoración de la cultura como generadora de ingresos, empleos y fuente de riqueza material e identidad nacional, y más inteligencia y sabiduría política. El mayor problema para mí es la desigualdad social y económica.

Le han entregado el Premio Tenco en Italia, que ha sido otorgado a Leonard Cohen, Joni Mitchell, Laurie Anderson, Paolo Conte, Nick Cave, Chico Buarque, Milton Nascimento, Caetano Veloso, Gilberto Gil… ¿qué se siente? Y… ¿qué te parece que sea la primera vez que se lo dan a una mujer no anglosajona?

Me siento especialmente orgullosa de ser la primera mujer brasileña en recibir este premio, es un reconocimiento a mi trabajo como compositora. Siento que cada vez más mujeres están poniendo su sensibilidad al servicio de la canción, creando su propio repertorio, y estoy feliz de poder representar este momento y allanar el camino a otras mujeres.

En el disco hay una colaboración con Jorge Drexler, ¿cómo fue su experiencia con nuestro uruguayo madrileño?

Conozco a Jorge Drexler desde hace unos años y nuestro acercamiento se dio a través de la música. Es un artista genial, un compositor brillante, al que admiro mucho como persona y como creador. Creo que toda asociación comienza con la admiración mutua. Hace unos años nos encontramos en un viaje de vacaciones en Cerdeña, y allí en el barco, hicimos la canción 'Vento Sardo', que es un homenaje al viento, ese elemento que simboliza la mutación constante, la fluidez para adaptarse a cualquier obstáculo, con su fuerza y ligereza a la vez. Me gusta mucho hablar con él, y el intercambio intelectual y afectivo que mantenemos.

¿Qué artistas españoles le interesan actualmente?

Rosalía y C. Tangana por su vigor y potencia, no veo la hora de llegar a España, caminar por la calle y escuchar lo que se dice de ellos.

Tribalistas tiene muchos fans en España, ¿se puede esperar una reunión pronto?

Somos tres artistas con carreras independientes y no vemos a Tribalistas como un grupo sino como un proyecto colectivo. Hicimos nuestro primer disco en 2001 y seguimos juntos amigos y socios, nuestra relación siempre está viva. Hicimos un segundo álbum de nuestro proyecto en 2018, y seguimos siendo tres artistas que se unieron para hacer realidad esta idea sin vernos nunca como un grupo al uso.

Creo que 'Portas' tiene canciones de muchos momentos diferentes, algunas de ellas nuevas, pero otras son bastante antiguas... ¿verdad? ¿Cómo fue el proceso de creación del disco?

La mayoría de las canciones estaban listas cuando comenzó la pandemia, incluida 'Calma'. Como gané algo de tiempo extra al no poder entrar al estudio por el aislamiento, escribí tres canciones más, pero la gran mayoría ya estaban listas esperando la oportunidad de ser grabadas. 'Pra Melhorar', por ejemplo, la hice con Seu Jorge y Flor, su hija, en Los Ángeles, hace cinco años. Estas canciones son el resultado de mi trabajo como compositora y el resultado de reunirme con socios durante los últimos cinco años.

Arto Lindsay fue un productor musical clave en muchos de sus álbumes. ¿Por qué se decidió por él una vez más?

Arto produjo cuatro de mis discos en los noventa, es un gran amigo y referente. Estuvo viviendo en Estados Unidos en 2020 y coprodujo dos temas del disco, Las bases de 'Calma' y 'Portas' fueron grabadas con su banda a distancia en Nueva York.

¿Cómo describiría el álbum en términos estrictamente musicales?

Es un álbum con espíritu colectivo, grabado en vivo en el estudio, todos tocando juntos. Quería esa energía viva, con dinámica e intensidad, con alivio y respiración orgánica. Reunirnos y jugar juntos era nuestro mayor anhelo en ese momento de soledad y aislamiento. Creo que la alegría de estos encuentros está presente y le dio fuerza a las canciones.