Una máquina recupera hígados hasta ahora inservibles para utilizarlos en trasplantes

Hay muchas razones por las que un hígado no sirve para una donación. Hasta ahora, muchos de los que se cedían para esta causa tras el fallecimiento de una persona eran rechazados porque no reunían las condiciones adecuadas, habían sufrido algún deterioro en vida o habían perdido sus funcionalidades en el proceso entre el donante y el receptor. La máquina con que ahora cuenta el hospital Gregorio Marañón se utiliza, precisamente, para recuperar esos casos. Se hace a través de una perfusión ex-vivo –fuera del cuerpo humano– , un proceso a lo largo del cual la sangre vuelve a circular por el órgano y este, mientras se oxigena, llega incluso a cambiar de color ante los ojos de quienes siguen el proceso.

Ese hígado en principio inválido, «procedente de un donante y que a priori no serviría para ser trasplantado», como explica el doctor José Ángel López Baena, jefe de la sección de cirugía de la Unidad de Trasplante Hepático del hospital Gregorio Marañón, es sometido a la técnica de recuperación de órganos en máquina y vuelve a recobrar sus propiedades. Una vez que se ha recobrado, ese hígado «puede ser trasplantado» , algo que se hace «asegurándonos de que funciona y no pone en peligro la vida del receptor», añade.

La máquina permite a los médicos valorar, de forma objetiva, cómo han revitalizado sus funciones esos órganos que habían sido previamente descartados. La enorme ventaja de este sistema estriba en su movilidad: una vez que llega al Gregorio Marañón el órgano que se va a someter a la perfusión ex-vivo, y este es recuperado, está en condiciones de ser trasladado, en la propia máquina y con sus funcionalidades, hasta el centro hospitalario donde se vaya a realizar el trasplante. La máquina se monta en el vehículo del Summa y es trasladada hasta el hospital donde se va a implantar el hígado.

De hecho, ya ha habido experiencias en este sentido:el Gregorio Marañón ha utilizado la máquina con cinco órganos, de los que «tres fueron con donantes propios de nuestro hospital, y que fueron trasplantados a nuestros receptores»; y otros dos «que han sido trasplantados recuperando los órganos para otro hospital, concretamente para el 12 de Octubre, en una labor colaborativa».

Además, el uso de la máquina permite también alargar el tiempo que puede pasar hasta que sea implantado de nuevo, explican fuentes de la Consejería de Sanidad, que dirige Enrique Ruiz Escudero.

Esta tecnología ha permitido situar la Comunidad de Madrid como pionera en los trasplantes de hígado interhospitalarios. Esta novedad, que se utiliza por primera vez en España, abre nuevas perspectivas en relación con el trasplante hepático, al funcionar en red entre los hospitales públicos madrileños.

La Oficina Regional de Trasplantes (ORCT) de la Comunidad de Madrid ha coordinado a los equipos de los hospitales públicos Gregorio Marañón, 12 de Octubre, Puerta de Hierro Majadahonda y Ramón y Cajal, para establecer los criterios de inclusión, evaluación y asignación de los hígados, y diseñar un procedimiento estandarizado para llevar a cabo esta técnica.