El mapa de los puntos negros de las bandas latinas en Madrid

Los barrios y municipios más deprimidos son un caldo de cultivo para estas organizaciones criminales

La Guardia Civil detecta un «auge importante» de la actividad de estos grupos juveniles tras el confinamiento

Los cuatro jóvenes detenidos por el asesinato del joven rapero Isaac en Pacífico Vídeo: Carolina Mínguez

Hace dos décadas del surgimiento de las bandas latinas en Madrid y la problemática no ha desaparecido. Todo lo contrario, la actividad de estas organizaciones criminales de carácter juvenil ha registrado un «importante aumento» en los últimos meses, tras la salida del ... confinamiento y el comienzo del fin de la pandemia . Así lo afirman desde la Jefatura Central de Información de la Guardia Civil, que lucha contra esta lacra. No hay que mirar muy atrás. Los últimos capítulos que han saltado a los titulares son las tres reyertas, con la amputación de brazos a dos jóvenes, la jornada del jueves al viernes, en Valdemoro, Alcalá de Henares y la calle de Leganitos, en pleno centro de la capital.

El otro gran suceso, aunque ocurrió a mediados de julio, ha sido el esclarecimiento por parte de la Policía Nacional el jueves del asesinato, a manos de cuatro varones (tres de 16 y 17 años, y un cuarto de 18), del joven rapero español Isaac López Triano , ‘Little Kinki’, un chico tranquilo que acababa de llegar a la mayoría de edad, precisamente por resistirse a ingresar en esa banda ni en ninguna otra.

Los expertos del Instituto Armado explican el cambio producido desde la primera etapa, desde 2000, con los Latin Kings y los Ñetas entonces en cabeza, a la actual, en la última década, con una clara preponderancia de los Dominican Don't Play (DDP) y sus eternos rivales, los Trinitarios . «En España, los principales asentamientos están en la Comunidad de Madrid y Cataluña (Barcelona). También hay en el norte (País Vasco y Navarra), Levante (Alicante y Valencia), Aragón y Castilla-La Mancha (Toledo)», explica el teniente de esta unidad de élite de Información de la Guardia Civil . En cuanto a la Comunidad de Madrid, «su asentamiento es muy diverso, normalmente en barrios económicamente deprimidos»: « Suelen combatir entre sí por el territorio , así que su presencia es muy variable numéricamente, aunque el peso fundamental está en Madrid ciudad». Que es donde, más allá de su lugar de residencia en la región, es donde acuden a atacar, robar o traficar incluso.

Los Blood son ’la tercera organización más importante hoy en día. Se vio en la reciente operación Laya, llevada a cabo por el Servicio de Información de la Benemérita. A diferencia del resto de ‘las cinco grandes’, «es una especie de banda nómada , con grupos de reunión en Villaverde, Parla, Las Rozas, San Blas-Canillejas...».

En cuanto a Trinitarios y DDP, predominan en Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares, Coslada, San Fernando de Henares, Villaverde, Campamento, Latina, San Blas, Orcasitas, Usera, Puente de Vallecas y Tetuán.

Los Latin Kings y los Ñetas, que ocupan ahora un escalafón inferior, persisten en menor número en Parla, Alcalá, Torrejón, Coslada, Usera, Latina, Ciudad Lineal, Aluche, Galapagar, Alcorcón y Puente de Vallecas.

Unos 500 miembros activos

Conocer el número de pandilleros , insisten, es muy complicado, porque existe una enorme «cifra negra». Se calculan entre 2.000 y 2.500 los miembros en toda España. Cada banda puede tener 20 o 25 grupos, que a su vez cuentan con entre 10 y 20 integrantes . «Todo es muy variable, pero en la Comunidad de Madrid podrían ser unos 500», calculan. Al detectar ese auge, la Guardia Civil activa su «labor reactiva», con investigaciones sobre las acciones violentas ocurridas. El otro puntal de las actuaciones es la labor preventiva de las unidades de Seguridad Ciudadana , que patrullan e identifican a personas sospechosas de su membresía a los grupos, y transmiten esos datos a Información.

Tras el confinamiento, los pandilleros están intentando recomponerse, con nuevas incorporaciones. De ahí, por ejemplo, que cada vez sea mas heterogéneo el catálogo de nacionalidades : hay latinos, sí; pero también más españoles, marroquíes, rumanos e incluso algunos polacos. «Es gente con cierto desapego o desarraigo social. Buscan ganar cierto estatus y poder económico ». Por eso, el proselitismo se lleva a cabo «en bolsas de marginalidad», precisa el teniente, que lideró la operación contra los Blood , en la que se detuvo a 13 personas y se imputó a uno más que en ese momento estaba entre rejas.

Una de las vías de captación es buscar a personas que, a riesgo de comprometer su vida, sean quienes cometan esas actividades ilícitas. Y no todo el mundo está dispuesto a pagar ese precio. Por eso la labor social es, si cabe, más importante que la puramente social y por donde cojea el abordaje por parte de las administraciones.

Los especialistas explican que no es tanto que se perciba un gran incremento de menores de edad (a los que buscan en parques, colegios, canchas...), sino el papel que desempeñan: «Como resulta más complejo imputarles un delito , procuran que ellos sean los que perpetren atrocidades; además, son menos conscientes. Los de menos de 14 años son importantes, porque carecen de responsabilidad penal . Necesitan el visto bueno de los líderes y que pasen esa fase de membresía. En algunos casos, son los que cometen delitos de sangre, robos con violencia y agresiones, entre otros», explican estos mandos de la Guardia Civil.

Pero, claro, los que empiezan con 12, 13 o 14 años se hacen luego mayores. Ven que su vida ha estado vinculada a la criminalidad y tienen dificultades para dejarlo. Salvo que los jefes se lo permitan. Y hay casos detectados en que son los líderes supremos, asentados en EE.UU., República Dominicana o Ecuador, quienes deben dar el permiso, hasta desde la cárcel. También quienes pueden ordenar un crimen cometido en España y, sobre todo, instruyen sobre el adoctrinamiento. Los pandilleros con los que ha contactado este periódico y han conseguido volver a una vida normal explican los problemas de drogadicción , psicológicos y de insomnio que sufrieron en ese proceso de desafección, ayudados por el Centro de Ayuda Cristiano que dirige el pastor Alberto Díaz.

Armas en la ‘dark web’

En cuanto a los delitos, los principales son las agresiones , «con un alto grado de violencia »: «Lo más habitual es que sean entre bandas rivales o entre miembros de un mismo grupo (con castigos a gente que disiente o incumple las normas). También delitos contra el patrimonio, sobre todo, hurtos, y robos con violencia o con fuerza . Además, practican el tráfico de estupefacientes, que es una manera de financiarse, y el robo de móviles, en viviendas... Es una amalgama muy amplia».

Uno de los aspectos más preocupantes es la tenencia ilícita de armas . En la mayoría de las investigaciones, se aprehenden bolomachetes, las más características, con las que matan o mutilan a sus víctimas. «Sin embargo, algunos tienen armas de fuego que, normalmente, adquieren en el mercado negro : desde en países de la Europa del Este a otras que modifican para que sean detonadoras. La normativa española de armas es muy restrictiva. Pero las roba o las compran en ‘dark webs’».

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