Almeida quita la 'barra libre de ruido' de Carmena y solo autoriza fiesta hasta las 2.30h en Plaza España y Callao

«Dado que los eventos se desarrollan en el ámbito de la Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) del Distrito Centro, y aun autorizándose en algunos casos la superación de los niveles sonoros establecidos como máximos, por tratarse de un acto de interés general o de especial significación ciudadana, los organizadores deberán extremar las precauciones para que durante el desarrollo de los diversos actos previstos, el impacto acústico que se genere sea lo más limitado posible a fin de reducir las molestias de los vecinos de la zona», indica la resolución, rubricada el pasado 1 de julio por el director general de Sostenibilidad y Control Ambiental, José Amador Fernández Viejo.

Ante los informes favorables de la Oficina de Actos en Vía Pública, el Ayuntamiento de Madrid también ha autorizado instalar escenarios, tarimas, equipos de sonido, imagen e iluminación en los siguientes emplazamientos solicitados por los organizadores del Orgullo: plazas del Callao, del Rey, de Pedro Zerolo, de Santa María Soledad Torres Acosta, Chueca y calle de Pelayo. En todos estos casos, la Policía Municipal, indica el escrito, «velará por que los actos del MADO de este año se celebren con normalidad y ajustándose al cumplimiento de la normativa municipal».

En cuanto a los niveles de emisión sonora para las actuaciones musicales y conciertos previstos, no deberán sobrepasar los 100 decibelios en periodo de día y tarde (hasta las 23 horas) y los 90 en horario nocturno en las plazas de España y Pedro Zerolo. Para los eventos previstos en Callao y plaza del Rey, el máximo establecido hasta las once de la noche se sitúa en los 95 decibelios y los 85 en adelante.

No obstante, en la plaza de España y Callao los decibelios medidos a 1,5 metros de la fachada de los edificios de viviendas más próximos no deberán exceder los 80 (mañana y tarde) y los 70, desde las 23 horas. En el caso de la plaza del Rey y Zerolo, al ser una zona más residencial, los límites máximos estarán en 75 decibelios por el día y 65 a partir de las once de la noche. Para el resto de actuaciones, tampoco deberán sobrepasar los 90 decibelios en la franja matutina y vespertina y los 80 en el periodo nocturno (desde las 23 horas hasta la finalización de los actos). Todo ello siempre que se mida a 1,5 metros desde los equipos de reproducción sonora. Si se evalúa a metro y medio de las viviendas, entonces no podrán exceder los 75 decibelios hasta las 23 horas y los 65 decibelios a partir de esa hora. En el caso de la plaza de España, los equipos se orientarán de manera que se «minimicen las molestias sobre la residencia de mayores Santa Teresa y San José», situada en el número 14.

En el apartado de prescripciones del expediente se indica, además, que «en ningún caso las actividades se prolongarán fuera del programa y horario autorizados» y que tampoco está permitida «la utilización en el medio ambiente exterior de aparatos de megafonía o cualquier otro dispositivo sonoro, asociado a un local o actividad, ni de equipos de música en las barras de apoyo que se prevean instalar». Del mismo modo, no estará permitida la instalación de «estructuras para la venta y/o consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública».

A todo este perímetro estará prohibido entre hoy y el próximo domingo el paso de camiones de gran tonelaje (con una masa máxima autorizada mayor a 3.500 kilogramos). Los organizadores tendrán la obligación de vaciar los aseos dos veces al día y mantenerlos en «perfecto estado». Asimismo, cuando se produzca el montaje de los escenarios, no se podrán anclar elementos al pavimento. Y todas estas piezas no deberán suponer «en ningún caso obstáculos para el tránsito peatonal de la zona, manteniéndose siempre ancho mínimo de paso de 3 metros». «Igualmente, debe garantizarse un acceso mínimo de 5 metros para vehículos de emergencia, así como salidas de emergencia y accesos a edificios en su ancho más dos metros a cada lado», añade el documento.

No se llevará a cabo, por tanto, lo acordado por el pleno el pasado martes, cuando la izquierda junto a Cs dio el visto bueno a dejar sin límite los niveles máximos de ruido en los conciertos y la manifestación durante la celebración del Orgullo LGTBI. PP y Vox votaron en contra.

«Entendemos que hay que conciliar celebración con el respeto al descanso», expresó el pasado viernes el regidor popular para justificar que este año se haya acotado la exención al ruido que concedió Carmena desde que se celebró el World Pride (2017). Quien no está de acuerdo con esta decisión es la vicealcaldesa, Begoña Villacís, que apostó personalmente por eliminar todos los límites de ruidos pero, reconoció, «la Administración no siempre puede conceder todo lo que quiera». «Ellos [los organizadores] querían la exención total de ruidos para asegurar que luego no recibían una multa -en 2013 las sanciones llegaron a 160.000 euros -. Medio Ambiente, el área competente, entiende que no procedía y aún así ha elevado los niveles», admitió la vicealcaldesa. Para la oposición, sin embargo, «no basta con incrementar decibelios permitidos». La portavoz del Grupo Mixto-Recupera Madrid, Marta Higueras, llegó a acusar al Gobierno municipal de «pretender caos para deslegitimar el Orgullo».

La contaminación acústica es una de las batallas que libran los vecinos desde hace años. Ante estas fiestas muchos son los residentes afectados que hacen las maletas. Pero incluso, en las últimas semanas un grupo de afectados estudia con abogados cómo denunciar al consistorio. Consideran que «la ordenanza del ruido se está incumpliendo reiteradamente».