La operación Chamartín ofrece a Carmena poner fin a los atascos del Nudo Norte metiéndolo bajo tierra

Este enlace provoca retenciones kilométricas que se extienden a Manoteras. Según cálculos realizados por la consultoría de transportes Tema Grupo Consultor, alrededor de 34.000 vehículos por hora pasan por este punto en la franja de mañana y 33.800 en la tarde. Además, esta zona es considerada de gran siniestralidad. Según datos de Madrid Calle-30, en 2013, en el tramo en el que se unen M-30 y M-11 se produjeron 338 accidentes, es decir casi todos los días del año, con 106 víctimas, ninguna mortal.

El Ayuntamiento de Madrid nunca ha estudiado una solución para solventar este problema, pero el promotor de la operación Chamartín, la entidad Distrito Castellana Norte (DCN) -participada en un 75,5% por BBVA y el resto por la constructora San José - tienen una solución que pondrían en marcha a corto plazo si reciben el visto bueno del gobierno de Manuela Carmena para empezar a construir. «Dada la importancia para Madrid, esta infraestructura será una de las primeras en ejecutarse una vez aprobado el planeamiento y el correspondiente proyecto constructivo», afirman desde esta entidad.

Su plan pasa por construir dos niveles y la ampliación de carriles. Por un lado se soterrarían los carriles a 30 metros bajo tierra , el equivalente a tres o cuatro alturas de pisos, y dejarían solo en superficie, reguladas por una gran glorieta (de 140 metros de diámetro), las vías con conexiones al paseo de la Castellana, el hospital de La Paz, el barrio de Begoña y el ámbito nuevo de DCN . El tráfico más abundante pasaría por debajo sin ver la rotonda. El tiempo de ejecución de esta obra lo estiman entre 24 y 30 meses. La glorieta beneficiaría a los vecinos de Begoña que actualmente solo pueden ir en dirección Colmenar Viejo de salida y ahora podrían elegir todas las direcciones pasando de dos a nueve carriles.

Este proyecto aumentaría la capacidad del Nudo , ya que pasaría de 10 a 18 carriles en el tramo que confluyen la M-30 y la M-11, y de 10 a 16 carriles en el tramo final de la Castellana, donde se unen Calle 30 y Colmenar se pasa de 11 a 14 carriles.

Todos estos trabajos no afectarían a los edificios más cercanos, pero sí a líneas de suministro eléctrico y de agua, por lo que tendrían que retranquear. Debajo de la M-30 no pueden excavar porque hay tuberías del Canal por las que pasa el 80% del suministro de la ciudad. Por eso la solución son los falsos túneles.

El importe de estas obras ascendería a 146,4 millones de euros y sería costeado íntegramente a cargo de los propietarios de DCN.

DCN mejoraría la seguridad de las calzadas existentes, eliminando los cruces a nivel, mejorando las condiciones de trazado y añadiendo carriles de cambio de velocidad. En este entramado se apostaría por dar continuidad peatonal al paseo de la Castellana mediante la construcción de pasarelas para los viandantes, una reivindicación vecinal. Una de ellas se situará entre el entorno de La Paz al nuevo ámbito. La operación Chamartín contempla mejorar las condiciones del ruido en la zona mediante la colocación de pantallas acústicas y ampliación de zonas verdes (en Mauricio Legendre implementarán un espacio de 20 metros de ancho).

Este enlace comenzó a construirse en 1974 y las obras concluyeron en 1996 con un ramal hacia la avenida de la Ilustración. Entonces, la previsión del tráfico era de 5.000 vehículos diarios; en este momento circulan por este cruce de caminos alrededor de 275.000.