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El Madrid machadiano: de Atocha a Príncipe Pío en un vagón de tercera

En el aniversario de la muerte de Antonio Machado, la nieta de Guiomar y el escritor Carlos Aganzo nos guían por la ciudad amada del poeta

Alicia Viladomat, nieta de Guiomar, y Carlos Aganzo, en el paseo de Rosales GUILLERMO NAVARRO
Jesús Nieto Jurado

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De tren a tren, imaginamos que siempre en su vagón de tercera. En tren, tras un largo viaje, como eran los viajes de entonces, llegó Antonio Machado un 8 de septiembre de 1883 con su familia numerosa a Atocha, una Atocha que está igual, desde ... Sevilla. Atrás quedaban los jazmines béticos, pero el niño de ocho años, que añoraría el sol de la infancia, iba a enamorarse pronto de esas acacias de Madrid. Donde casi siempre es primavera. Hay un Madrid machadiano como hay una Baeza machadiana. Y una Soria, claro , con su curva de ballesta y donde el reloj daba la una. Pero como insiste Carlos Aganzo , autor de ‘Las ciudades de Machado’, desde muy pronto Machado supo «que Madrid iba a ser su ciudad de vida y, si no fuera por la Guerra Civil, de muerte».

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