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2020, año Galdós

El Madrid agradecido a un «madrileño» nacido en Las Palmas

El Ayuntamiento arranca el próximo sábado un gran homenaje al escritor con una ofrenda floral en su estatua del Retiro

Adrián Delgado

La ciudad que vio llegar en tren a Benito Pérez Galdós en 1862, cuando sólo tenía 19 años, poco o nada tiene que ver con el Madrid colosal de 2019. Aquel vapor procedente de Alcázar de San Juan, en septiembre, sería hoy un avión sin ... escalas que habría acortado el tedioso viaje que emprendió desde su natal Las Palmas de Gran Canaria. Cambiado el escenario, pero no el genio, cabe imaginar cómo habría sido la vida de ese aspirante a universitario que arribó a Atocha para quedarse. Uno de los madrileños de adopción más ilustres de la historia y más madrileño -casi «gato», y castizo- que ha tenido la capital. Ensoñar, por ejemplo, cómo habría influido en sus obras y en sus personajes el Lavapiés de ahora que entonces le dio el cobijo de una pensión. O cómo habría analizado la situación política actual como diputado de las Cortes. El realismo de Galdós se empapó tanto de Madrid como la ciudad lo ha hecho de su legado, esa urbe galdosiana que trascendió los libros para instalarse en la memoria.

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