Luis Peral comunica a Cifuentes su renuncia al acta de diputado

Peral deja atrás una dilatadísima experiencia política dedicada a Madrid. A lo largo de varias décadas, ha ocupado cargos en diferentes administraciones, desde la local -donde fue concejal con UCD- a la regional -como consejero y diputado autonómico- y la nacional -como senador-.

Hombre generalmente discreto y poco dado al ruido mediático, sin embargo en su última etapa fue noticia por sus discrepancias con la línea oficial que defendía el grupo parlamentario popular en relación con dos asuntos: la regulación de los vientres de alquiler y la ley contra la LGTBIfobia.

En el primero de los casos, votó en contra de la moción -mientras otro compañero, David Pérez, se ausentó del pleno-, lo que les valió una sanción de 600 euros por parte del grupo parlamentario, dado que su actitud ocasionó la pérdida de la votación.

En el caso de la Ley contra la LGTBIfobia, el pasado mes de julio Peral se ausentó del pleno en que se aprobó esta norma, con la que no está de acuerdo por razones de conciencia. De nuevo fue multado, aunque en este caso, como la Ley salió adelante, con 300 euros.

Pero estas cuestiones, insistió ayer Peral, no las vincula a su decisión de marcharse, que toma porque «llevo ya 40 años en política, y tengo 66», lo que se ha unido a la presión de la familia y su deseo de abordar otros proyectos personales.

Concretamente, piensa iniciar en breve su tesis doctoral , un proyecto con el que está muy ilusionado. Asegura que la presidenta Cifuentes «estuvo muy cariñosa conmigo» cuando le manifestó su decisión de dejar el escaño.