Las líneas rojas de los carmenistas para apoyar a Almeida: blindar la bici y acceso a los tenderos del Rastro

Tras estudiar cada artículo de las casi 200 páginas de la ordenanza aprobada el pasado viernes en la Junta de Gobierno, los carmenistas consideran que el texto impulsado por el concejal Borja Carabante se apoya en el texto de 2018. «Con algunas salvedades, es muy continuista con respecto a la norma de Carmena», subrayan.

Aunque continúan en un limbo jurídico y carecen de grupo municipal propio, el PP se ha comprometido a atender sus reivindicaciones. En primer lugar, exigen «blindar la red ciclista construida». Por un lado, reclaman consolidar los carriles bici provisionales que se extendieron tras la crisis del Covid-19 y que se pactaron en los Acuerdos de la Villa. Además, quieren un compromiso de ampliación de la red ciclista que se base en el plan director revisado en 2018.

En concreto, plantean extender un nuevo carril bici segregado a lo largo del paseo de Santa María de la Cabeza, con el fin de unir la nueva zona de bajas emisiones de Plaza Elíptica con la estación de Atocha, de donde partirá, a su vez, el carril bici del Prado-Castellana. El objetivo es crear un «gran eje ciclista norte-sur» que permita conectar el intercambiador, que se ubica en el punto más contaminado de la capital, con la plaza de Castilla. En paralelo a esta columna vertebral, también quieren extender otro itinerario exclusivo para ciclistas a lo largo de la calle de Bravo Murillo, que discurre por los distritos de Chamberí y Tetuán, desde la glorieta de Quevedo, hasta la plaza de Castilla.

Pretenden también acabar con las diferencias entre las condiciones a la hora de aparcar entre motos y bicis. Piden que se destine el mismo número de plazas para ambos tipos de vehículos y que las zonas reservadas para el estacionamiento sean similares, para que no se discrimine a los usuarios de la bici frente a los motorizados.

En cuanto a Madrid Central, ya que se van a dar los mismos derechos a los comerciantes que a los residentes en el distrito, los carmenistas hacen suya una reivindicación de los tenderos del Rastro para que estos también sean incluidos entre los autorizados. De esta manera, los domingos, cuando tengan que acceder con sus furgonetas a montar los puestos, puedan hacerlo sin ser sancionados.

Por último, proponen reservar espacio en todos los aparcamientos municipales para la última milla. «La distribución urbana cada vez tiene más peso y hace falta que la ruptura de carga sea más reducida y próxima al destino de la mercancía. Todas las grandes ciudades ya lo están planteando. En París han puesto grandes contenedores para repartir después en bici o transporte no motorizado, que es más eficiente que meter una furgoneta por el centro de Madrid», arguyen. La idea es que estos contenedores se instalen en las plazas de rotación.