Largas colas en el Teatro Barceló un día después de la fiesta: «Es muy fácil culpar a los jóvenes»

Pasadas las siete de la tarde, apiñados en grupos, algunos se bajan la mascarilla para fumar entre el bullicio. Otros escriben en sus móviles para encontrarse. Ellas se saludan con besos y mascarillas. La discoteca funciona ahora con una licencia de hostelería y reservar una mesa para seis personas cuesta alrededor de 130 euros. «Son súper estrictos, están los camareros y los de seguridad. En cuanto te levantas te dicen que te sientes», asegura una chica que ha frecuentado la sala en otras ocasiones.

La cola se extiende a lo largo de media calle. La mayoría de jóvenes son parcos en palabras. Algunos se suben la capucha ante las cámaras de televisión que se arremolinan en torno al famoso edificio. La fiesta de este jueves, donde un tumulto baila sin mascarilla ni distancia de seguridad , ha desatado las críticas en plena tercera ola del virus y con la curva de contagios al alza.

«No sé de qué me hablas», ríe un chico de 20 años sobre lo ocurrido la noche anterior. «Yo sí vi las imágenes... Me pareció raro, una imprudencia», apunta una de sus amigas. La cola se moviliza. «¡Chicos, no os juntéis tanto, por favor!», pide un portero. Los latidos amortiguados del reguetón retumban en el vestíbulo, donde durante alrededor de una hora los clientes enseñan sus reservas y entran a cuentagotas.

Tras lamentar lo sucedido en un comunicado, el Teatro Barceló continúa con su actividad. Mientras, la Policía Municipal ha abierto una investigación , solicitada por la Dirección General de Salud Pública, para dirimir lo sucedido en el número 11 de la calle de Barceló. No obstante, la sensación, pese al adelanto del toque de queda y del cierre de la hostelería a partir del próximo lunes, es de inmunidad. «Me parece que se tiene que poner el foco en otro lado, es muy fácil culpar a los jóvenes», opina otro veinteañero, también asiduo de la discoteca. Según el ultimo informe epidemiológico, los contagios se han disparado en la horquilla de entre 14 y 29 años de edad. La incidencia acumulada de este grupo supera ya los 1.100 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.