El jurado declara culpable de un asesinato a la auxiliar de Alcalá y la absuelve de otro

La clave del juicio estaba en la suma de indicios y de testimonios incriminatorios de médicos y enfermeras, tal y como indicó el Ministerio Público. Así lo considera también el jurado, en la línea del fiscal y las acusaciones particulares y la popular ejercida por Adepa, que subrayaron que las pruebas contra López eran contundentes . La procesada «tuvo la oportunidad, el tiempo y los conocimientos técnicos para hacerlo, además de ser plenamente consciente».

Así, entiende que fue ella la persona que insufló gas o aire en las vías de una de las fallecidas ya que su entrada en el cuerpo provoca la muerte fulminante , tal y como precisaron los médicos del hospital y corroboraron los peritos. Y todo ello, aunque no hubiera testigos ni imágenes que reflejaran lo ocurrido dentro de la habitación de la última víctima, la que murió en agosto de 2017. También cuidaba que los otros pacientes sufrieran algún deterioro mental que les impidiera relatar lo sucedido.

El tribunal popular la considera autora del homicidio aunque el sistema de videovigilancia se instaló en el pasillo de la planta de Medicina Interna a raíz de la primera muerte que se le atribuye, la de María Luisa Moragón, de 92 años, el 29 de julio de 2015, ante la sospecha de que no fuera por causas naturale s. Aún así, se la vio entrar cuatro veces en la habitación número 528 en donde estaba la segunda fallecida, Consuelo Doblado, de 86 años. «Había burbujas de aire en el corazón, en el cerebro y en las venas. El gas es como un tiro, produce una embolia masiva y es imposible que no mate», dijo el forense que le hizo la autopsia.

A todo ello, el jurado añade que durante el periodo que estuvo de baja , año y medio, nada anormal ocurrió hasta que se incorporó en mayo de 2017, a su puesto de trabajo . Además se da la circunstancia de que ella era la única de todos los sanitarios de la planta que trabajó justo cuando ocurrieron las muertes, como el de otra víctima que logró salvarse en 2013. Por este último suceso, Adepa y otra acusación solicitan que se le impute un delito de asesinato en grado de tentativa y la prisión permanente revisable, dada la vulnerabilidad e indefensión de las víctimas.

El fiscal modificó en la última sesión su escrito de calificaciones provisionales, al igual que las acusaciones, ante las dudas de si la encausada usó jeringuillas (se hallaron en su casa y las robo del hospital) o una máquina de oxígeno para inyectarle el aire. Mantiene la pena de 40 años de cárcel.

Los peritos subrayaron que López es plenamente consciente de sus actos y sabe distinguir el bien y el mal. «Es poco afectiva, carece de empatía, racionaliza lo que cuenta y resta importancia a su situación actual». Aunque no es una psicópata, presenta rasgos de psicopatía como falta de remordimiento y egocentrismo.

El fiscal subrayó la extrema alevosía y reiteración con la que actuó. Y en cuanto al móvil, se barajó que quizá estuviera a favor de la eutanasia. Un extremo que no cuadra dado que las víctimas iban a ser dadas de alta, por lo que su estado ni era terminal ni estaban sufriendo.