Julieta Venegas: «Quise huir de la inercia del éxito, de caer en la rutina de hacer canciones como salchichones»

¿Se le han hecho largos estos siete años?

Como saqué el disco inspirado en Loza no me parece tanto. Estuve tres años de gira con 'Algo sucede' (su disco de 2015), y cuando terminé sentí que tenía que parar, porque estaba cansada. Además me mudé a otro país y hacer toda la mudanza y demás eso llevó su tiempo. Ahora ya estoy de vuelta con ganas.

Con ganas de bailoteo, por lo que se ve en 'Mismo amor'.

Es un lindo arranque para empezar a mostrar el disco, aunque el resto de las canciones no tienen nada que ver. Es la última canción que he compuesto para el disco. En estos conciertos en España la voy a presentar en acústico, porque tocaré en formato trío, con guitarra, contrabajo y batería, y también alguna otra nueva.

También toca en Andorra, ¿en qué otros lugares 'exóticos' ha tocado?

¡Pues a va a ser mi segundo concierto en Andorra! Así exóticos, recuerdo por ejemplo que hace tres años estuve en Moscú. Fue mi primera vez en Rusia.

Y quizá la última...

Ya ves... es muy fuerte lo que está pasando. Pues allí me recibieron tan bien que yo me sorprendí mucho. Yo pensaba ¿quién va a venir a verme en Moscú? Me pasó lo mismo cuando fui a Suiza, yo esperaba que viniera muy poquita gente, pero no. Es verdad que la música conecta a la gente aunque no hablen el mismo idioma.

Su colaboraciones con Bad Bunny y Tainy generaron debate entre algunos de sus fans, a los que no acabó de gustarles que entrara en el terreno del reguetón.

He visto esas reacciones y me hacen mucha gracia. A mí me encantó la invitación, y como ellos son artistas muy genuinos, me atrajo colaborar con ellos. También me gusta que haya debate, pero estamos en un momento en el que ya da igual cómo se mezclen las músicas, ahora hay libertad total para mezclar géneros y eso es bueno.

Cuando usted vivió el ascenso meteórico en la época de su mega hit 'me voy', ¿hubo un momento de querer alejarse de todo?

Pues sí, de repente empecé a sentir una especie de disociación. Otras personas decidían cómo iba a mostrarme al mundo, y eso no me acabó de hacer sentir cómoda. Paré todo, desarmé mi banda, mi equipo de management, me mudé, y en vez de hacer grandes conciertos hice la gira 'Íntimo'. Hice lo que necesitaba, que era conectar con mis orígenes, haciendo cosas como recoger mi propio equipo al terminar los conciertos. Quise huir del automatismo, de la inercia del éxito, de la rutina de hacer canciones como salchichones.

En 2020 se inspiró en las manifestaciones de los colectivos feministas en México para escribir una nueva canción, 'Mujeres'. Aquí acabamos de celebrar el Día Internacional de la Mujer, con el movimiento bastante dividido...

Diferencias siempre va a haber, porque cada mujer es distinta y no hay una sola manera de ver el feminismo. Tenemos que centrarnos en lo que nos une. En México, los medios de comunicación y el Gobierno no ayudan a construir una sociedad mejor en ese sentido. Nos siguen tratando como si fuéramos un ghetto, con unas ideas que no se pueden compartir, y no entienden que estemos cabreadas, somos las 'feminazis'. En Méxic desaparecen diez personas al día, si eso no es para salir a la calle enojadas...