José Manuel Calvo: «Si Almeida mantiene Madrid Central, podrá contar con nuestros votos»

-No está claro si Vox apoyará la ordenanza de Movilidad. ¿Qué exigirían a Almeida a cambio de que ustedes voten a favor del texto?

-La primera línea roja es que Madrid Central se quede como está, como la aprobamos. Porque es un área de bajas emisiones que ha funcionado. A partir de ahí, el texto podría ser más ambicioso en el fomento de la bici y del transporte público y en el calmado y reducción del tráfico. Incidiendo en esos dos elementos y garantizando la pervivencia de Madrid Central, no habría ningún inconveniente. Estaríamos dispuestos a votar a favor.

-¿Si no se toca el texto tal y como está planteado, en el que solo se añade la equiparación de los comerciantes como residentes con respecto al Madrid Central original, ya bastaría?

-Sí, entendemos que la situación actual es aceptable y por eso nos abrimos a apoyar ese texto, porque entendemos que Madrid Central se queda. Desde que se apruebe la nueva ordenanza, será una medida irreversible. Y eso es no solo bueno, sino necesario para mejorar la calidad del aire.

-¿Hay más exigencias?

-Creemos que se podría crear un órgano permanente que supervise la política de movilidad al margen del gobierno de turno. Un órgano en el que pudieran estar presentes todos los grupos y que asegure que las políticas de movilidad en la ciudad van orientadas a lo que marca la normativa europea y la OMS. Sería muy bueno para evitar los bandazos que se han dado con Madrid Central, que lo único que generan en la ciudadanía es confusión.

-¿Estas propuestas se las han trasladado ya a Almeida?

-No, por el momento no se ha producido ningún contacto. Hemos trasladado a través de la opinión pública esa predisposición a que Madrid Central se quede y no quede anulado por esa sentencia que le pone fecha de caducidad en los próximos días. Nosotros no estamos aquí para hacer ningún tipo de juego ni ‘politiquería’ con Madrid, sino para sacar adelante medidas que sean buenas y, en este caso, para asegurar la supervivencia de Madrid Central. Por tanto, estamos abiertos y dispuestos a hablar con Almeida.

-Es paradójico que los herederos de Carmena estén tendiendo la mano al PP, que fue quien tumbó en los tribunales Madrid Central.

-Es una cuestión de pragmatismo. La disyuntiva es que Madrid Central continúe o finalice en cuanto se ejecute la sentencia. Almeida tiene que elegir entre Vox o Madrid Central. Entre involución o movilidad sostenible. Si elige Madrid Central, podrá contar con los votos de quienes desde el gobierno anterior lo impulsamos. Qué buena noticia es que la derecha que se dedicó a criticar y a recurrir todas las medidas que tomó el gobierno de Carmena, hoy esté llevando a su ordenanza Madrid Central tal y como nosotros lo diseñamos. Es un avance. Lo que sorprende más es que Rita Maestre, que Más Madrid, que formó parte del Gobierno de Carmena en el que aprobamos esa medida, hoy esté dispuesto a dejar caer Madrid Central por una cuestión de tacticismo político. Se han dado cuenta de que no han hecho oposición a Almeida durante dos años y quieren utilizar esta cuestión. Ante eso, nosotros si entendemos que algo es bueno, lo vamos a apoyar, sin ningún complejo.

-¿Maestre no está defendiendo bien el legado Carmena?

-Está actuando con mucha frivolidad. No se está defendiendo una medida que fue bandera nuestra y que lo sigue siendo. Como nosotros apostamos por la supervivencia de Madrid Central, entendemos que lo sensato es apoyar esa ordenanza.

-Desde que se escindieron de Más Madrid, están en un limbo jurídico. Maestre les ha tachado de tránsfugas y les ha llevado ante la Justicia. ¿A qué cree que se debe esta reacción vehemente de sus excompañeros?

-Sorprende que Rita Maestre, que decidió no recurrir la moratoria de Almeida sobre las multas de Madrid Central en los tribunales, tenga esta persecución, esta carnicería contra sus excompañeros. Hemos r ecurrido a la Justicia para exigir al Ayuntamiento que el grupo mixto que se constituyó pueda funcionar cuanto antes. En cuanto a la calificación de tránsfugas, me parece ridícula. Si cualquier persona que no comulga con las imposiciones de un partido creado a posteriori de la candidatura de Manuela Carmena y apartándose de lo que fue aquella plataforma es ser un tránsfuga, entonces, la primera tránsfuga sería Carmena, que nunca tragó con las imposiciones de ningún partido.

-¿Sienten que les han silenciado?

-Nos quieren silenciar por nuestras lógicas al margen de los partidos. Nosotros no entramos en cortoplacismos ni en medidas tácticas que lo único que quieren es quedar bien ante su parroquia. Nosotros no estamos en pensar a ver si sacamos ocho concejales para ver si consolidamos un nicho y podemos vivir de esto los próximos 30 años. Por eso hemos salido de ahí.

-¿Esta batalla entre los herederos de Carmena no implica, de facto, la muerte del ‘carmenismo’?

Al contrario, el ‘carmenismo’ está más vivo que nunca. El ‘carmenismo’ entendido como una actitud hacia la política, una actitud que huye de las lógicas cortoplacistas de los partidos y del sectarismo y que busca la transversalidad y las cuestiones que interesan a la ciudadanía y no al propio partido. Esa actitud está más viva que nunca y la ciudadanía la está reclamando. Nosotros no nos vamos a autoproclamar herederos de esa tradición, pero sí que creemos que estamos llevando a cabo esta manera de entender la política. Porque veníamos de ahí, nacimos como parte de ese 15M que criticaba las lógicas de los partidos. Y lo que da un poco de pena y de vergüenza es que el Más Madrid de Rita Maestre haya acabado siendo rehén de esas mismas lógicas.

-¿Se arrepiente de algo o la guerra se podría haber evitado?

Si de algo me arrepiento es de que en 2019 no fuéramos capaces de llegar a un acuerdo con Podemos. Ahí se sentaron las bases de la situación que tenemos hoy. Ahí se explica parte de no haber revalidado la alcaldía habiendo ganado las elecciones. Me arrepiento de haber contribuido, con todos los que iniciamos ese proceso, a esa derrota. Creo que mirando hacia atrás, eso fue un error que nos costó la alcaldía y que de alguna manera si merece la pena seguir en política y seguir intentando que en 2023 haya una alternativa sólida a Almeida, es para restañar ese error. Si no es posible, nos dedicaremos a otra cosa. Yo vengo del mundo de la arquitectura, de la universidad. No soy un político profesional, ni pretendo estar otros cuatro año en la oposición. Me frustra tremendamente, a mí me interesa la gestión. Pero creo que merece la pena intentar articular esa candidatura y ofrecer a los madrileños una alternativa capaz de vencer a Almeida. Hoy, esa alternativa no existe y desde luego Rita Maestre no es esa alternativa.

-Con Podemos desaparecido de la capital y hundido en la región y con la brecha insalvable entre las familias de Más Madrid, ¿ve posible todavía esa gran candidatura progresista en 2023?

Siendo realistas, parece difícil. Pero también parecía imposible en 2013 pensar que en 2015 íbamos a estar gobernando en la ciudad y ocurrió. Hay que optimismo de la voluntad, de que si las cosas se pelean y se trabajan, pueden salir. No quiere decir que el resultado esté garantizado, pero pueden salir. Creo que en todo el espacio progresista hay que hacer un reseteo. Tenemos las elecciones de la Comunidad hace unos meses, que nos han dado una pista, en las que Ayuso ha sumado más que toda la izquierda junta. Y eso obliga a repensar el conjunto de la izquierda. Si la izquierda hace ese esfuerzo de resetear toda su lógica electoral, habrá opciones. Si la izquierda se acomoda, si cada partido presenta al candidato que parece que se está postulando para serlo en 2023, lo que sabemos ya es el resultado. Será muy similar a lo que ha obtenido Ayuso en la Comunidad, es decir, que Almeida tendrá más votos que toda la izquierda junta.

-Hace unos meses, Monedero les tendió la mano para hablar de esas posibles confluencias. ¿Han vuelto a tener conversaciones en ese sentido?

Nosotros hablamos con todo el mundo. Conversaciones formales como tal no hay porque creo que el golpe de las elecciones autonómicas todavía no se han repuesto. Pero espero y deseo, que una vez que se aclare nuestra situación en el Ayuntamiento en otoño podamos retomar esas conversaciones y se pueda empezar a plantear esa candidatura o candidaturas con opciones reales de vencer a Almeida. Si no, la izquierda tendrá un panorama muy negro en Madrid y le va a tocar seguir en la oposición. Yo me resisto a aceptar esa realidad y por eso vamos a dejarnos la piel para que esa candidatura sea posible y para que la ciudadanía progresista, que existe, tenga una propuesta a la que votar con ilusión, como se votó a Carmena.