Investigan si la banda del «Robin Hood de Vallecas» asaltó el banco de Doctor Esquerdo

Como adelantó ayer este diario, el clan utilizó las cloacas de la ciudad para entrar y salir de la entidad bancaria, situada en el número 33 de la calle del Doctor Esquerdo, en el distrito de Salamanca. Desde las galerías subterráneas, cuyos planos habían estudiado minuciosamente, perpetraron un butrón al banco. Una vez dentro, esperaron a que dieran las 8.15 de la mañana, cuando entraron todos los tres empleados y un cliente.

Les ordenaron que abrieran la caja fuerte, que funciona con retardo. Mientras pasaban los cinco o diez minutos que tarda en abrirse, intimidaron a sus víctimas. A una de ellas le propinaron un golpe en la cabeza y otras dos tuvieron que ser asistidas por el Samur debido a crisis de ansiedad. Y, tras apoderarse del dinero, huyeron por el subsuelo.

Este sofisticado «modus operandi» es un calco al que utilizaba la llamada « banda de la alcantarilla ». Su líder, el español Carlos Iglesias, cuando aún era un adolescente, fue aleccionado por su padre (que también robaba por este metodo) sobre los secretos de las cloacas. Se lo llevaba «de paseo» por ellas y, así, fue como le «traspasó» sus conocimientos para el latrocinio.

Cuando el padre murió, Carlos reclutó a ocho personas y así creó su propia banda. Encapuchados, realizaban butrones desde las galerías y así entraban en los bancos. No tenía vergüenza para presentarse a sí mismo ante sus víctimas: «Soy el Robin Hood de Vallecas. Voy a robar el dinero de Botín y quiero abrir las cajas de Bárcenas», espetaba, según la Fiscalía de Madrid. Actuaban siempre con pasamontañas (como ha ocurrido en el caso de Doctor Esquerdo) y con camisetas del Rayo.

En agosto de 2013, el clan cayó, in fraganti, en manos de la Policía Nacional. Su líder se enfrentaba a 15 años de prisión, pero llegó a un acuerdo con el Ministerio Público y aceptó una pena de siete años y medio.Por lo tanto, debía de salir a principios de 2021, a no ser que consiguiera beneficios penitenciarios.

Pero tres de sus

compinches fueron castigados con tres años y nueve meses (luego debieron de poner el pie en la calle este mayo) y otros cuatro a penas de dos años, por lo que ni siquiera ingresaron en la cárcel. Por lo que se investiga si pueden estar implicados en este nuevo caso de violento asalto desde las cloacas.