Un informe desvela en la comisión de los espías la desaparición de cinco ordenadores
Por si fuera poco el barullo montado en torno a los supuestos espionajes a políticos del PP desde miembros del mismo partido, la desaparición de cinco ordenadores de las oficinas de la sociedad que gestiona el desarrollo del Campus de la Justicia de Madrid (CJM) ... centró ayer buena parte de la larguísima sesión de la comisión de investigación del caso de los espías. Durante su celebración se supo que no fue un sólo ordenador -como saltó a los medios de comunicación el pasado junio, el día después de la destitución de Alfredo Prada como consejero de Justicia- del que nada se supo, sino que otros cuatro corrieron similar destino. Dos de ellos se los llevó el propio Prada, quien, pese al requerimiento de la Consejería, dirigida ya por Francisco Granados, no los devolvió, sino que se empeñó en comprarlos. ¿Qué valor tendrá su contenido para llegar a esos extremos? ¿Venganza entre dos políticos que nunca se llevaron bien?, eran las preguntas que bullían por la Asamblea.
Transcurría el inicio de la segunda comparecencia del día, la de Mar Pérez Merino, secretaria general técnica de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior, quien realizó, por orden de Granados y del viceconsejero de Presidencia e Interior, Alejandro Halffter, un informe averiguatorio sobre la supuesta trama de los espías. Las portavoces de la oposición lo recibieron en plena comisión. El informe, que realmente poco profundiza en sus entrevistas acerca de los vericuetos de la supuesta red de espías, incluye conversaciones con diez altos cargos y asesores de la Dirección General de Seguridad y del Área de Seguridad.
Uno de los entrevistados, Alicio de las Heras Rodríguez, el día 11 de febrero pasado, manifiesta que fueron cinco los ordenadores que han salido del Campus sin el consentimiento oficial. Uno de los sucesos tuvo lugar el 11 de abril de 2007, cuando Isabelino Baños se dio cuenta de que le habían robado su ordenador portátil de su despacho, valorado en 2.000 euros, según la denuncia presentada en la comisaría de Hortaleza-Barajas. El 4 de junio de 2008, forzaban el maletero de Carlos Torio, también trabajador del Campus, y le robaban su portátil y otros efectos de valor.
Pocos días después se supo de la famosa desaparición del ordenador de Juan Carlos Fernández (director adjunto de Seguridad del CJM), justo la jornada que Sergio Gamón, entonces director general de Seguridad, a instancias de Halffter, acudió al recinto de Valdebebas para «revisar la seguridad». De ese aparato nada más se supo, aunque la Fiscalía ha archivado el caso.
Según Alicio de las Heras, «el presidente de la sociedad entonces, Alfredo Prada, me solicitó que se le compraran dos ordenadores, uno en 2007 y otro en 2008. Cuando Prada cesa en su cargo, se lleva estos dos ordenadores». ¿Qué ocurre entonces? Pues que De las Heras informa de este hecho al nuevo director del campus, Manuel Giménez de Córdoba, y le indica que Prada quiere comprar los dos ordenadores. A finales de enero, Giménez de Córdoba le pregunta a De las Heras que dónde están los dos equipos: siguen en manos de Prada. El director del Campus le dice que se los pida y, cuando lo hace, la respuesta de Prada es que quien le tiene que llamar es el director de la sociedad Campus de la Justicia. Es decir, Francisco Granados.
«De una vez por todas»
Debió de enterarse Prada de que estas manifestaciones las había hecho De las Heras, pues, sólo seis días después, el 17 de febrero, enviaba un burofax al actual consejero de Presidencia, Justicia e Interior, donde queda ya manifiesta la pésima relación entre ambos: «Me pongo en contacto contigo -le escribe Prada- para esclarecer de una vez por todas lo que llevo esperando desde hace varios meses-», refiriéndose a la compra de los dos ordenadores, cuyo valor, por cierto, es de unos 4.000 euros.
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