Ifema y la reapertura más higiénica
De cara a Fitur, que se celebrará en mayo, el recinto ferial madrileño retoma el bullicio habitual (dadas las circunstancias) después de su cierre y su utilización como hospital de campaña
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Iniciar sesión«Fotuda mascareta», se oye de buena mañana y en diáfano catalán a las puertas de Ifema , que reabre para lo suyo, que es la vida , y el intercambio y el apretón (ahora virtual) de manos. Después de que el recinto ... ferial se utilizase, por razones obvias, como hospital de campaña contra el Covid, desde este lunes pone sus pabellones y sus gentes para que la hostelería se encuentre a sí misma y piense en el futuro . Poco a poco, y a pesar de que todo esté restringido al pabellón 3, empiezan a llegar los visitantes, directos del cercano puente aéreo y en un VTC con los cristales tintados, que es algo que siempre viste mucho. En el largo paseo de entrada, donde hace algo más de un año se invitaba a las playas del Cabo de Gata, ahora se recuerda, casi como en un martilleo necesario, las normas más básicas para evitar el contagio.
Los protocolos sanitarios ya no asustan a empresas alimentarias y hosteleros –que tanto han sufrido–, pero jamás nadie se preparó para entrar a una feria de restauradores y oficios adláteres como en un quirófano . Aunque si esa barrera se digiere, hay una sensación de eso que llaman la nueva normalidad. Aun así, los trabajadores de Ifema se han sometido a test de antígenos que serán obligatorios para los visitantes cuando por mayo abra Fitur . Y hay una señalización exhaustiva de verdes y rojos, y un termómetro en cada torno, y hasta un paso de acera amarillo en las zonas de más tránsito para evitar la saturación; como en el barrio tokiota de Shibuya.
Las palmeras de la diáfana, la «Avenida», están secas, y hay verdín en el suelo. Delante de ellas, dos minicarpas, del Madrid y del Atlético, abandonadas cuando entró el confinamiento y con cartelería de estadios llenos y de futbolistas idos. Acaso porque Ifema sea, junto a la de Alcalá, la otra gran puerta por la que se accede a Madrid , y el fútbol era lo que era por la gente. Ahí mismo, cuando se abre el día, enternece la estampa de dos empleados rudos llevando el atrezzo de un osito gigante disfrazado de cocinero.
Traquetean los carritos 'trolleys' y se afana el personal de limpieza. En los 'foodtrucks' hay disoluciones hidroalcohólicas, que forman parte del paisaje hasta el punto en que uno puede desinfectarse en un tarro promocional de yogurt. Adentro se va a hablar del comer, con una charla/monólogo de Ferrán Adriá , aunque lo que interesa es palpar el bullir de las gentes que va a un congreso a eso mismo: a congregarse y ver cómo es posible la ecuación entre sociedad y salud.
Antes, el director general de Ifema, Ignacio López Puertas , atiende a ABC emocionado por reencontrarse, «después de un año», con «el olor a moqueta y a madera», el olor que permiten la mascarilla y este mundo distópico. Asegura que «tenía que dar ese primer paso». Orgulloso, apoyado en el quicio de la 'foodtruck', recuerda que « somos prácticamente la primera feria de Europa en abrir y cuando uno es el pionero tiene que romper muchas barreras». Barreras que tienen mucho de «lo vamos a hacer». Por delante, tiene 70 ferias como 70 retos en lo que resta de 2021. De la Fashion Week a Fitur .
Hay abrazos a escondidas entre la gente del gremio, cierta actividad en el Tinder mientras que a un chef abotonado le regalan un cuchillo jamonero recordándole, entre carcajadas, que «se usa con la mano». Suena un jazz populista que sale de una vespa tuneada como mesa de mezclas y que representa, quizá, al mundo que un día se dejó atrás en una recurva de la Costa Amalfitana. Con protocolos sanitarios, el profesional de las ferias y el gorrón de las mismas, vuelven a Ifema por primavera. Cada media hora en punto, megafonía recuerda con toque de carillón que hay que lavarse las manos y guardar las distancias.
En dos horas no se ha visto aún al ministro de Consumo, Alberto Garzón , que habló en su día de la hostelería como un sector de «bajo valor añadido». Sí a Ayuso, a quien un espontáneo da las gracias, cuando la presidenta entra junto a Villacís , Edmundo Bal , resto de autoridades.... y Álvarez del Manzano en el pabellón 3.
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