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La guerra entre neonazis y menas dispara la tensión en San Blas: «La sangre se paga con sangre»

Decenas de radicales acuden hasta los pisos tutelados tras la paliza propinada a dos jóvenes

Simpatizantes de Bastión Central camino de los pisos tutelados, en San Blas ABC
Aitor Santos Moya

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«San Blas será la tumba de las menas». Con este y otro gritos amenazantes, más de cien simpatizantes del grupúsculo de extrema derecha Bastión Frontal recorrieron a última hora de la tarde del miércoles el barrio de Rosas (distrito de San Blas-Canillejas) hasta alcanzar su particular zona enemiga: los dos pisos tutelados de menores extranjeros no acompañados ubicados en el enclave. La paliza propinada por cuatro jóvenes a otros dos el martes por la noche ha desencadenado una especie de tormenta perfecta cocinada a fuego lento durante los últimos meses.

La Policía Nacional ya ha detenido a todos los agresores, tres de ellos mayores de edad y un cuarto de 17 años y origen marroquí, acusados por un presunto delito de lesiones. Ello, sin embargo, no ha frenado la sed de venganza de un grupo que, al calor de la indignación vecinal por el aumento de hechos delictivos relacionados con estos adolescentes solos, amenaza con tomarse la justicia por su mano. «La sangre se paga con sangre», llegaron a publicar algunos de sus miembros en redes sociales.

El origen de esta última batalla se remonta al propio martes por la tarde, cuando una decena de individuos, relacionados con Bastión Frontal, se echaron a la calle para enfrentarse a los menores tutelados. El rumor de que varios de ellos habrían violado a una niña días antes –autoría que este periódico ha constatado infundada– desató la primera reacción de los radicales al toparse con varios jóvenes magrebíes en las inmediaciones de los pisos de acogida. Según apuntan algunos testigos, fue la propia Policía la que abortó este posible enfrentamiento después de que un coche patrulla sospechara de la situación. Pasado este encontronazo, los cuatro detenidos por la paliza atacaron armados con palos, piedras y cinturones a dos sujetos, integrantes, presuntamente, de la pequeña turba de extrema derecha.

El violento choque dejó a una de las víctimas, de 21 años, tendida en el suelo con importantes heridas en la cara y la cabeza. Fue trasladado estable al hospital Gregorio Marañón, donde ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente. El segundo afectado, que trató de defender a su amigo con un caso de moto, sufrió algunos cortes y el impacto de una piedra en la cabeza. Tras ello, la Policía arrestó a uno de los implicados e identificó a otros dos. Al día siguiente, todos estaban detenidos.

Pero horas después las aguas, lejos de calmarse, volvieron a bajar revueltas cuando una multitud, liderada por Bastión Central, se concentró detrás de dos pancartas en las que se podía leer «Fuerza y honor» y «Contra nosotros quien pueda. Menas no». Así, transitaron por varias vías al grito de «Fuera menas de nuestros barrios» y «Ni un puto mena en San Blas», entre otras consignas. El viaje terminó frente a la fachada de las viviendas donde residen los menores inmigrantes, que tuvieron que ser protegidas por efectivos de la Unidad de Intervención Especial (UIP) de la Policía Nacional.

Pese a la evidente tensión, la intervención se desarrolló sin incidentes reseñables y el grupúsculo personado abandonó la calle, no sin antes lanzar una última soflama a los adolescentes que se asomaban desde las ventanas superiores: «No nos mires, tírate».

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