El guardián del Palacio de los Deportes que Salvador Dalí regaló a Madrid hace 35 años

Los vecinos ya lucharon hace una década con uñas y dientes para evitar el traslado del dolmen de 13 metros de altura y un Isaac Newton de bronce durante una polémica reforma de la plaza de Dalí. Una vez más, han sido los responsables de que el monumento reciba el reconocimiento institucional que merece. El pasado martes, la asociación Goya-Dalí propuso en la Junta de Distrito de Salamanca conmemorar su 35 cumpleaños. Todos los grupos municipales votaron a favor y el obsequio del artista catalán tendrá así su segunda exposición después de que, en 2008, la misma asociación vecinal organizara una muestra en torno a la obra con 186 obras de 169 artistas internacionales.

Los amantes del dolmen han propuesto además que la Junta solicite el boceto de Jesús Jiménez Cañas , el ingeniero que plasmó la idea de Dalí cuando al artista le temblaban demasiado las manos. El Consistorio trabaja en pedir al autor la cesión temporal del esbozo original, lo que requiere de un «procedimiento de recepción de bien cultural» que puede alargarse, según trasladan a ABC fuentes municipales. Con todo, aún hay tiempo hasta noviembre, la fecha planteada por la asociación Goya-Dalí, que también ha propuesto a la arquitecta Teresa Arenillas Parra, presidenta del Club de Debates Urbanos, como comisaria. Por ahora no hay más detalles del futuro evento, salvo que se celebrará en un centro cultural del distrito.

En 1986, después de una impactante ‘operación dolmen’ que costó 200 millones de pesetas para instalar 350 toneladas de materiales nobles, ABC dedicó su portada a la inauguración de la emblemática plaza. Dalí tenía entonces 82 años y acababa de salir de una clínica en Barcelona con su nuevo marcapasos. Horas después de recibir el alta, el artista envió un telegrama al por entonces regidor Juan Barranco: «Alcalde de Madrid, emocionado, quiero que la inauguración de la plaza Salvador Dalí sea, a su vez, un homenaje al gran alcalde don Enrique Tierno Galván , ya que fue él quien me la ofreció. ¡Vivan los madrileños!». Fue la manera de dar las gracias a su antecesor en el cargo por el homenaje póstumo de la capital a Gala en 1985.

Si bien el pavimento de granito original ha desaparecido, también (en varias ocasiones) la esfera de bronce que imita la manzana de Newton, la plaza de Dalí, como describió el siglo pasado Juan Barranco, es «una mezcla de atrevimiento y grandiosidad, con referencias al primitivismo y al equilibrio del cosmos». Un símbolo, declarado bien de interés patrimonial en 2010, convertido en guardián de la ciudad.