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La Guardia Civil hace frente a 5.000 delitos al mes con sólo 1.400 agentes

CARLOS HIDALGOMADRID. El pasado 10 de septiembre, Esperanza Aguirre acudía al Palacio de la Moncloa a entrevistarse con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En su carpeta, la jefa

El pasado 10 de septiembre, Esperanza Aguirre acudía al Palacio de la Moncloa a entrevistarse con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En su carpeta, la jefa del Ejecutivo regional llevaba su propuesta en materia de seguridad para la Comunidad de Madrid.

Sus peticiones en este ámbito (incremento de la plantilla policial y agentes adscritos a un mando autonómico) fueron desoídas de principio a fin. En la rueda de prensa posterior al encuentro entre los dos mandatarios, la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, habló de que la plantilla de la Guardia Civil en Madrid había crecido de 2.888 efectivos a 3.270 durante los tres años últimos de gobierno socialista.

Pero las cifras reales, sobre el terreno, en el día a día, parece que son muy distintas. Estos son los elementos más precarios de la seguridad ciudadana en los municipios pequeños de la Comunidad de Madrid.

1.436 agentes para 164 pueblos. De los 179 municipios de la región, 164 (los de menos de 50.000 habitantes) pertenecen a la demarcación de la Guardia Civil. Si bien el catálogo de Madrid fija 3.500 efectivos aproximadamente para seguridad ciudadana, según los cálculos de la Dirección General de Seguridad, dependiente de la Consejería de Interior, 1.436 deberían patrullar los 164 municipios.

Pues bien, de esa cifra sólo está cubierto el 80% del catálogo -lo que supone que son entre 400 o 500 menos-. La Consejería de Presidencia e Interior que dirige Francisco Granados baja este porcentaje hasta al 65%, debido a bajas médicas, permisos y realización de cursos. Es ahí donde empieza el déficit de seguridad ciudadana.

Las compañías, mermadas. Los 59 cuarteles (44 puestos ordinarios y 15 principales) de la Guardia Civil en Madrid están divididos en seis compañías territoriales. Todos se encuentran en localidades de más de 2.000 habitantes, excepto los puestos de Anchuelo y Carabaña.

La primera compañía, la de El Escorial, dispone por catálogo de sólo 10 agentes para dar servicio a Robledo de Chavela, Fresnedilla de la Oliva y Valdemaqueda (5.100 habitantes). Sin embargo, en las zonas rurales, el problema no es solamente de ratio de agentes por habitantes, sino de lo extenso del territorio, mucho más amplio que el que controla el Cuerpo Nacional de Policía. Además, también sufren la sobrepoblación de esta zona de la Comunidad durante los meses de verano, sobre todo en la Sierra madrileña.

También se dan problemas en la segunda compañía, la de Getafe, con un catálogo compuesto por un sargento, un cabo y siete guardias. De ellos, por las vacaciones, bajas y demás situaciones especiales, la plantilla se queda reducida a un sargento y tres guardias, para cubrir Chapinería, Colmenar del Arroyo y Navas del Rey (5.300 habitantes).

La tercera compañía, la de Alcalá de Henares, da servicio con sus siete guardias patrullando a los 13.000 habitantes de Campo Real, Nuevo Baztán, Olmeda de las Fuentes, Pozuelo del Rey y Valdilecha desde el puesto de Campo Real. En cuanto al de Anchuelo, y que trabaja en ese pueblo y en Corpa, Pezuela de las Torres, Santorcaz, Valverde de Alcalá y Villalbilla, desempeñan su función cuatro de los 12 agentes del catálogo asignado por el Ministerio de Interior.

Los problemas también se presentan en la cuarta compañía, cuyo puesto principal está en Aranjuez. El de Estremera, según los datos que maneja la Dirección General de Seguridad del Gobierno de Madrid, tiene asignada una plantilla de ocho guardias civiles, lo cual revierte, de manera evidente, sobre la inseguridad.

Quizá la situación más peliaguda es la que se vive en la quinta compañía, con puesto principal en Colmenar Viejo. En esa compañía, el puesto de Buitrago del Lozoya cuenta con 17 agentes en catálogo, para nada menos que 22 municipios. El de Valdetorres del Jarama (con una demarcación de 16.000 habitantes) dispone de 16 funcionarios en catálogo, y el de Torrelaguna, de 13 agentes para esa localidad, La Cabrera, Cabanillas de la Sierra, Venturada, Redueña, Torremocha, Patones y El Berrueco.

5.000 infracciones al mes. La demarcación de la Guardia Civil en Madrid está sufriendo un repunte en cuanto a delincuencia. Esa tendencia al alza comenzó el año pasado, y se ha visto su continuación en los primeros nueve meses de 2007, sobre todo, en la época estival. La media es de cerca de 5.000 delitos y faltas cada mes. La mayoría son robos de todo tipo.

Preocupación en la zona este. Todo esto se traduce en que zonas como el este de la región están sufriendo el mayor incremento de la delincuencia. En la punta del iceberg se encuentra Villalbilla, con una oleada de robos en los polígonos industriales. El alcalde reclama a la Delegación del Gobierno la construcción de un cuartel en el pueblo.

Robos en casas en el noroeste. Localidades como Navas del Rey, Becerril de la Sierra y Pedrezuela están siendo objeto de uno de los delitos que más preocupan a la ciudadanía: los robos en viviendas. Muchos de ellos son los llamados «robos silenciosos», con los moradores dentro mientras se produce el delito. Los alcaldes reclaman más efectivos policiales.

Intranquilidad en la Sierra. En esta zona de la Comunidad, donde se ubican numerosas segundas viviendas -para verano y fines de semana-, se teme que se produzca un repunte de robos tras el fin de la temporada estival, como ha ocurrido otros años.

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