Giro de timón fiscal del PSOE en Madrid para recuperar votos
Una ponencia en el congreso regional fijará el modelo a seguir en impuestos: gestionar mejor lo que ya se recauda
Sara Medialdea
El próximo congreso regional del PSOE, a celebrar el 13 y 14 de noviembre, dibujará la hoja de ruta de esta formación que se ha marcado como meta salir de la oposición y recuperar el espacio que ha ido perdiendo en las últimas décadas. Para ... dar esa batalla, habrá de cambiar de estrategia en algunas cuestiones . Una de ellas, la fiscalidad:ayer ya adelantaba su portavoz parlamentaria, Hana Jalloul, que en ese congreso de noviembre se establecerá el modelo fiscal a seguir. Que no pasa, apuntan en el PSOE, por tocar los ingresos, sino por mejorar su gestión. Un giro de timón que se aleja de las subidas apuntadas no hace más que unos meses.
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Aunque el cómo aún está por definirse, y lo harán los nuevos responsables del partido en Madrid en sus órganos de dirección, el candidato a primarias con más peso, Juan Lobato, ya apuntaba ayer la dirección en que se quería ir: «El problema no está en los ingresos: 22.000 millones –el actual presupuesto autonómico– son suficientes ; el problema es cómo se gestionan ». La idea, pues, parece ir más que por incrementar tributos, por utilizar de la forma más eficiente los que ya existen para mejorar los servicios públicos.
Enmiendas
En febrero de este mismo año, el PSOE registraba en la Asamblea una enmienda a la totalidad a la reforma fiscal que llevó Vox al parlamento madrileño. En la misma, plantaban una subida de 1,5 puntos en el IRPF para un nuevo tramo, a partir de los 78.000 euros anuales de base imponible, que pasaría de tributar al 21 por ciento a hacerlo al 22,5.
Además, proponían cambios en Sucesiones y Donaciones y en el Impuesto de Patrimonio, manteniendo las bonificaciones pero haciéndolas más progresivas, en función de los ingresos del beneficiario. Pedían igualmente un impuesto a las casas de apuestas del 25 por ciento de lo jugado.
Con estas medidas, planteadas en el texto registrado en la Asamblea madrileña, preveían un incremento de la recaudación de unos 600 millones de euros, lo que podría ser aplicado a la Sanidad.
Una reforma fiscal que se olvidó en campaña, cuando defendieron vivamente una congelación fiscal durante los dos próximos años, dada la coyuntura postpandemia. Después ha habido algún otro bandazo en este campo, como la sugerencia del presidente valenciano Ximo Puig de instaurar un impuesto a los madrileños por ser capital, apoyado por el ministro José María Escrivá y rechazado de plano por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero .
Ahora, la cúpula del PSOE madrileña habla de establecer un «nuevo modelo de fiscalidad», algo que harán en la ponencia correspondiente del próximo congreso, y en el que parten de la premisa de que el problema no está en lo que se ingresa, que es suficiente, sino en si se gestiona bien, algo que ellos ponen en duda.
Esta es una de las primeras acciones que plantean los responsables socialistas en el inicio del curso político, y sin duda tiene mucho que ver con la intención, planteada por Lobato ya en varias comparecencias públicas, y secundada por otras figuras del PSOE en Madrid, de recuperar a los votantes perdidos . Muchos de los cuales se han marchado a otras formaciones políticas más o menos afines en lo ideológico, e incluso a algunas totalmente alejadas, pero que circunstancialmente han sabido entender el pulso de la calle. Es lo que, creen, le ha pasado a Ayuso.
Parecerse a España
Esa es la senda por la que quiere transitar el PSOE, tras el batacazo del 4-M, que incluso ha hecho posible que otra formación, Más Madrid, les haya adelantado por poco en la Asamblea madrileña. La intención de los dirigentes socialistas pasa por recuperar esa amplia mayoría de personas que se definen a sí mismas como de centro-izquierda, y cuyos votos dieron el poder al PSOE en anteriores etapas.
« Como explicaba muy bien Rodríguez Zapatero , el PSOE es el partido que más se parece a España», recordaba un dirigente socialista madrileño, apuntando en la dirección que ahora creen más acertada en el partido para recuperar a las clases medias. Sin abandonar a los trabajadores, la base del partido, pero ampliándola en la dirección de esos profesionales con hijos, hipoteca y sueldo medio, donde habían perdido peso.
No hay que olvidar que el mejor resultado electoral del PSOE en los últimos seis años es el que consiguió Ángel Gabilondo en 2019, con 884.218 votos frente a los 719.852 de Ayuso. Pero sólo dos años después, mientras ella se disparaba hasta los más de 1,6 millones de sufragios a su favor, el PSOE se hundía con 612.622.
Saben que su techo está más alto: en los 1,2 millones de votos que logró Rafael Simancas en las elecciones de mayo de 2003, las del ‘tamayazo’. Y que desde entonces su estrella ha ido cayendo, aún más cuando entraron en juego los nuevos partidos: Ciudadanos por el centro derecha, y Unidas Podemos primero, al que se sumó luego Más Madrid, por la izquierda, dividiendo el voto.
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