Los empresarios se rebelan contra las limitaciones al ocio nocturno: «Cerrar es de poco sentido común»

En este sentido, el objetivo es poner fin a las aglomeraciones ante el temor a nuevos rebrotes . Así lo aseguró ayer el viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero . «Estamos viendo que una situación que, evidentemente, se puede condicionar son las agrupaciones de personas y por eso, a lo mejor, hay que plantearse limitar el número de personas en terrazas y limitar reuniones », afirmó en una entrevista en Onda Madrid, donde especificó que las aglomeraciones y la movilidad son los principales focos de contagio , aunque no detalló cuáles son las iniciativas en mente.

El consejero del ramo, Enrique Ruiz Escudero , también se manifestó al respecto, advirtiendo de que se desplegarán más controles a estos establecimientos en caso de rebrotes asociados, como está ocurriendo en el resto de España. Sin entrar en detalles, indicó en Onda Cero que afectarían de forma gradual a los aforos y los horarios , y que se establecería un registro de entrada. Este último punto es una de las propuestas de los empresarios y dueños de locales que, contrarios a cerrar de nuevo, han propuesto crear un registro sanitario digital para identificar a las personas que entran en las discotecas, espectáculos y salas de fiesta, conocer el tiempo que pasan dentro y poder rastrear luego los contactos en caso de que se dé algún positivo . Esta medida afectaría a los que tienen aforo superior a las doscientas personas .

El registro, pendiente de respuesta por parte de la Consejería de Sanidad, estaría a disposición solo de las autoridades pertinentes , mediante un dispositivo encriptado para que ni las salas tengan acceso a los datos de los clientes. La fórmula sería acceder mediante una aplicación móvil con un código QR que actuase como una especie de « DNI digital », explicaron ayer en una rueda de prensa los representantes de la Asociación de Empresarios de Ocio Nocturno de la Comunidad, formada por Noche Madrid y Noche en Vivo.

«El ocio nocturno está sufriendo ataques que no le corresponden. Cerrar es una iniciativa de poco calado y sentido común , que supone un perjuicio económico a un sector que lo está pasando muy mal y supone mayor riesgo sanitario», explicó Dionisio Lara, presidente de Noche Madrid: «Sin un ocio nocturno regulado, el ocio nocturno indiscriminado es imposible de controlar. Ahí sí que no hay control, trazabilidad ni seguimiento ».

La segunda de las propuestas es que haya una modificación en el derecho de admisión para poder negar la entrada a todo aquel que no se comporte conforme a los protocolos que marca el Covid-19. Los empresarios hicieron hincapié en que a día de hoy, y solo con el 20% de locales abiertos, no ha habido ningún caso de positivo relacionado con su actividad. Por eso quieren desvincularse con los brotes activos en la Comunidad de Madrid, los últimos dos de ellos vinculados al ocio, que suman quince casos y más de cincuenta personas en seguimiento . «En el ocio nocturno profesional, que son las discotecas, salas de fiesta y espectáculos, no hay ningún caso. Este es otro tipo de ocio que no tiene que ver con el nuestro. No se puede decir que las discotecas y salas de fiesta transmitan el contagio », subraya Tito Pajares, presidente de la Asociación de Empresarios, que también cuenta que se han planteado reducir los grupos de personas en una mesa de veinticinco a diez.

El primer brote se ha detectado en un bar de copas de la capital que, según los datos facilitados por la Dirección General de Salud Pública, suma diez afectados y cuarenta personas en seguimiento . Ocho de los positivos están vinculados al local, siendo clientes o trabajadores, y los otros dos al ámbito familiar .

El segundo se ha dado en un restaurante con terraza y piscina situado en Móstoles , que deja cinco casos y once contactos. El contagio se produjo durante la celebración de una fiesta de amigos con edades entre los 20 y 26. Los casos de positivos entre menores de 40 años se han duplicado en una semana en Madrid, pasando de 115 a 206, algo que se achaca al «relajamiento de conductas y la ruptura del distanciamiento social en grupos reunidos».