El Edificio Castelar y Villa Menchu, entre los nuevos 738 inmuebles protegidos de Madrid

El plan del 97 marcaba el año 1980 como la fecha de construcción límite de un edificio para incorporarlo al catálogo. Es uno de los motivos por los que muchos inmuebles se quedaron fuera a finales del siglo pasado. Algunos cuentan con una protección cautelar por la legislación posterior y exigen un análisis individualizado y una protección urbanística. Pero la ampliación se centra sobre todo en recoger la «arquitectura moderna, contemporánea e industrial» de la capital, precisó ayer el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes (Cs), en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno celebrada en el Palacio de Cibeles.

Los nuevos 738 elegidos se han catalogado en función de distintos supuestos. En primer lugar, los inmuebles de la segunda mitad del siglo XX cercanos a ese año 1980, la barrera fijada por el plan del 97. Es el caso de l Edificio Castelar (paseo de la Castellana, 50), una estructura colgante proyectada en 1983 por el arquitecto Rafael de La-Hoz Arderius, impulsor de la modernización arquitectónica de la época. También de la sede de la Fundación Juan March (calle de Castelló, 77), erigida en 1975 de la mano de José Luis Picardo, y la Basílica Hispanoamericana Nuestra Señora de la Merced (calle de Edgar Neville, 23), una de las seis basílicas de Madrid, construida entre 1949 y 1965 con los diseños de Francisco Javier Sáenz de Oiza y Luis Laorga.

En total, son 188 edificios aislados y 11 conjuntos homogéneos que nacieron hace unas décadas, de los que cuatro ya estaban incluidos en el Plan General, aunque exentos de protección individual. El catálogo asume 503 inmuebles ubicados en conjuntos homogéneos, por ejemplo, la cooperativa de viviendas militares de Santa Cruz de Marcenado (el edificio Higueras).

Una segunda categoría corresponde a «procesos de planificación urbana significativos para la historia del urbanismo de la ciudad», señalan desde el área. El hueco perfecto para la Ciudad Lineal imaginada por Arturo Soria (1844-1920) y cuyo legado sigue vivo (y en ocasiones, descuidado) al norte de Madrid. El ayuntamiento añade al catálogo protegido «todo el eje de Arturo Soria», dijo ayer el concejal Fuentes, en referencia a 33 edificios de la zona. Entre ellos, el hotel Rubin, actualmente una residencia de menores en la calle de Arturo Soria ;el colegio Huérfanos de la Armada, en la misma vía ;y el palacete de Villa Menchu, abandonado y en riesgo de okupación antes de que el consistorio tomase medidas.

El tercer y último apartado ataja los inmuebles que «se encuentran en los supuestos de tipo de edificación y periodo temporal que establece la disposición transitoria primera de la Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid».

Es decir, palacios y casas señoriales levantados antes de 1900, inmuebles singulares –conventos, molinos, teatros, puentes y un largo etcétera– previos a 1936 y fortificaciones de la Guerra Civil. Suman 14 edificios, entre ellos, la Ermita de la Torre en la Galiana (de 1746), los pabellones de la antigua estación de Villaverde (década de 1920) y el colegio de Santa Cruz (1888), en Carabanchel.

Cada uno de los 738 nuevos edificios cuenta con tres fichas. Una informativa (FI), que recoge la ubicación e información histórica básica y descriptiva del edificio objeto de análisis, sus elementos principales objeto de protección y documentación fotográfica . Una ficha normativa (FN) para el nivel y grado de protección, plano de catálogo, régimen de obras general y particularizado para sus elementos principales, definidos en los planos de análisis de planta baja y planta tipo. Y una ficha de valoración (FV) con el análisis de valores que determinan el grado de protección asignado.

Después de un año de análisis exhaustivo , en el que los técnicos municipales, en colaboración con diversos organismos relacionados con el patrimonio, han documentado y analizado datos sobre el terreno, recopilado y digitalizado la información, el resultado es un mapa con 738 nuevos puntos urbanísticamente acorazados.