Drama en una residencia de Madrid: «No sabemos qué pasa. Estamos aterrorizados»

El drama del coronavirus ha sido especialmente cruel en esta residencia de mayores de la capital. Una veintena de ancianos han muerto en los últimos días, según datos de los familiares, tras un brote descontrolado que ha dejado a 75 contagiados , entre residentes y trabajadores, indica la Consejería de Sanidad, a la que solo le constan por el momento 17 fallecidos. La dirección del complejo, situado en la calle del Doctor Blanco Nájera, 6 (distrito de Latina), junto a la Casa de Campo, evitó ayer hacer declaraciones a ABC, mientras que los familiares viven en una espiral de miedo e incertidumbre desde que comenzó la crisis.

Fuentes de la Consejería de Sanidad detallaron a este diario que están investigando lo ocurrido en la residencia , de titularidad privada pero con plazas concertadas con la Comunidad. No obstante, para cualquier información, remiten al Ministerio. Explican que desde el pasado viernes murieron un total de 15 personas , con el traslado de otras seis al Hospital Clínico, donde perecieron otras dos en los días siguientes. Este hospital, aseguran, ha aportado material sanitario y medicamentos a la residencia.

Los familiares están en un sinvivir desde hace días. Uno de ellos, con su tía de 83 años ingresada, declara a este diario que lleva doce días sin verla: «Ya no me cogen ni el teléfono. La situación es dramática, no sabemos qué pasa y estamos aterrorizados ». Las últimas noticias que tuvo sobre ella eran que se encontraba bien y sin fiebre, pero desconoce el estado actual.

Mariano, otro de los familiares, tiene a su madre Matilde –de 91 años– en el centro desde hace años. Enferma de alzheimer, desde Monte Hermoso le envían cada día un informe de su evolución . «De momento está bien», indica. Desde la dirección le han pedido autorización para que pueda llevársela a casa, como al resto de familiares, pero se ha negado. « Están desbordados », opina.

Los testimonios guardan un denominador común: el miedo. El grueso de sus quejas tiene que ver con el déficit de recursos con los que cuenta la residencia y con la gran rotación de personal. «Solo hay un médico que va por la mañana y una enfermera todo el día. Ahora, dicen que el médico también va por la tarde, pero no sabemos lo que está pasando realmente ni qué sucede por la noche », cuenta Rosana, cuya madre tiene 86 años y padece alzheimer. La mujer explica que la situación comenzó el 8 de marzo, cuando les explicaron que había coronavirus en la residencia y dos afectados. Durante la semana, también recibió llamadas en las que le contaba cómo estaba su progenitora y que los casos habían subido a siete. Pero todo cambió hace cuatro días. «El sábado nos comunicaron que había 70 contagios y 17 fallecidos », asegura la afectada, a quien la directora del centro le explicó que el martes de la semana pasada habían hecho pruebas a todos los ancianos que presentaban síntomas y que los resultados no llegaron hasta el sábado. Su madre no fue una de las atendidas. Ayer por la tarde, Rosana recibió una llamada de Monte Hermoso en la que le decían que la interna había empeorado . «He pedido que manden cuidados paliativos pero me dicen que no pueden», asevera a través del teléfono, presa del pánico por un desenlace que puede ser fatal.

A los responsables de los residentes les mandaron también una carta, a la que ha tenido acceso este diario, en la que tenían que autorizar que permaneciesen en el centro a pesar de la situación que se vive por el Covid-19 si no los trasladaban a sus casas.

La carestía de medios es la queja de los trabajadores de la residencia Monte Hermoso, al máximo de sus capacidades y con parte de los compañeros de baja. Su indicación desde el principio ha sido que los afectados fueran trasladados a hospitales, habida cuenta de que muchos de los ancianos contaban con patologías previas . Los sanitarios, en turnos de mañana, tarde y noche, incluso han suspendido libranzas. El consejero, Enrique Ruiz Escudero , anunció la semana pasada que una de las medidas para paliar esta problemática era medicalizar las residencias, pero lo cierto es que aún no se ha hecho.