Las «divorcionetas» madrileñas: cómo hacer del divorcio un trámite menos serio

A Alberto García Cebrián, dueño del , se le ocurrió una buena forma de hacer que los divorcios fueran algo menos «serio»: las conocidas como «divorcionetas» . Todo comenzó con un antiguo Seat 600 , uno de los primeros coches que salieron al mercado español. Este vehículo lleno de «historia e ilusión» solo suponía gastos para la familia y tenían pensado deshacerse de él. Pero Alberto tuvo una gran idea: en lugar de venderlo, lo decoraría para hacer publicidad de su trabajo.

El abogado García Cebrián, adornó el coche clásico con un rótulo y después lo pintó de color blanco y azul en honor al equipo de fútbol de Leganés. Este fue el primer vehículo pero no el único. Al Seat 600 le siguieron una furgoneta, luego una segunda, una tercera y, por último, el camión. En total, 6 vehículos anunciando «divorcios express» por las calles de Madrid. Y ya llevan un año y medio circulando.

Las furgonetas y el camión se distinguen del Seat 600 en el color de los rótulos. Estos vehículos más modernos destacan por su llamativo color rosa y su eslogan: «Si el camión del divorcio se te aparece, será que la ocasión lo merece».

Con esta publicidad atractiva y curiosa, pretenden que el divorcio esté al alcance de todos: «No fomentamos el divorcio, queremos que la persona que lo necesite, sepa que tiene un abogado de confianza ». «Juntos o separados, pero felices». Ese es su lema.

Fácil, económico y muy rápido, pero sin restar calidad: «La gran novedad es que una persona se puede divorciar en 24 horas hábiles y salir de la notaría con el divorcio en la mano sin tener nada más que hacer», asegura Alberto García. El precio no subirá de los 150 euros por cónyuge si se hace de mutuo acuerdo. Además, se incluye el notario y el IVA, algo que no hace el resto de bufetes, según Alberto.

Este negocio está generando dos opiniones totalmente opuestas. Son muchos los que aplauden esta iniciativa en la que es pionero este despacho de abogados. «Estamos tremendamente orgullosos de lo que hacemos», afirma García. Sin embargo, no solo reciben halagos. Otros bufetes les han llegado a llamar «diciendo que estamos denigrando la profesión, que vaya precios y que qué vergüenza». «No lo llevan bien precisamente porque es tal vez un sector muy elitista y esto que hacemos es algo rompedor», explica el abogado. «No sé, no es un tabú ; y menos en esta sociedad en la que cada vez hay más divorcios», concluye.

Los clientes que acuden a Cebrián & Asociados son de una «variedad absoluta». Alberto García asegura que va desde gente de 80 años hasta personas de 18 . «Tenemos gente que a los cuatro meses se han divorciado, incluso algunos al poco de casarse se fueron cada uno por su lado y tuvieron que esperar a los 3 meses (el tiempo mínimo establecido por ley para poder divorciarse)».

Alberto cuenta con tres despachos propios repartidos en Aranjuez, Legazpi y Leganés. Atiende unos 50 o 60 divorcios al mes y opina que el negocio irá a más. Además, esta publicidad añadida es una «forma de acercar nuestro trabajo a la calle», con lo que

En realidad, el término «divorcioneta» para referirse a estos vehículos, lo ha inventado un usuario de Twitter. Sin embargo, aunque Alberto García no denomina así a sus coches, está encantado con la idea: «Es una maravilla, nos ha hecho gracia y estamos encantados de que los hayan bautizado con ese nombre». A esto se le suma el divertido y llamativo título de la página web que surgió en 2012: Divorcieitor . «Es una buena combinación », resume el abogado.