Detenido el «asalta camas» de Moratalaz

Ocurrió la madrugada del miércoles, en la avenida de Moratalaz. La sala del 091 recibía la llamada de uno de los moradores del piso, situado en una planta baja, que alertaba de la presencia de un desconocido. En principio, los agentes de la comisaría del distrito pensaron que podría tratarse de un robo en la vivienda . Pero pronto descubrieron que lo ocurrido era más enrevesado.

Cuando llegaron a la casa, se toparon con el matrimonio, de origen colombiano (59 años él y 40 ella), que retenía a un joven . Se da la circunstancia de que ayer, el encartado, Pedro Luis V. L., ecuatoriano, cumplía 27 años; por lo que no se descarta que regresara a tan altas horas de la madrugada, las 5.30, de celebrarlo. Lo cierto es que no se apreciaban en él síntomas de haber ingerido alcohol .

Según relató el marido, estaban tranquilamente durmiendo en la cama cuando se despertaron con Pedro Luis dentro. Estaba, presuntamente, tocando la espalda, glúteos y pechos de la mujer . La víctima principal comenzó a gritar al percatarse de que no se trataba de su marido , que insistió a los agentes que no conocían de nada al joven. Su pareja corroboró punto por punto la misma versión.

El que no aportó el mismo relato fue el arrestado . Todo lo contrario. Se inventó la siguiente «coartada» para explicar su presencia allí. Según explicó, quien realmente vivía en el domicilio era él, junto a una compañera. Llegó, incluso, a sacar un llavero en un intento vano de convencer a la Policía Nacional . Los funcionarios se armaron de paciencia y, una a una, fueron probando cada llave en la cerradura de entrada al piso. Ninguna era válida. Aún así, Pedro Luis insistía en que aquella era su casa. Lo cierto es que el detenido vive en la misma avenida de Moratalaz, pero treinta números más adelante.

El verdadero morador explicó a los investigadores que lo más probable es que el ecuatoriano se colara en el inmueble aprovechando que se trataba de un piso bajo y que la ventana de la cocina, que da a la calle, estaba abierta, habida cuenta del calor que hacía por la noche. El resto de ventanas tiene enrejado.

Pedro Luis V. L., que trabaja como mensajero, está acusado de allanamiento y abusos sexuales .