Delincuentes impunes en España; presos durante años en Europa

El caso más reciente lo protagoniza Álex di Francesco Ovejero, hijo del que fuera diputado en Italia Stefano di Franceso . Criado de manera acomodada en el barrio de Chamartín, los expertos policiales en estas lides le consideran, y más tras la reciente muerte de Ángel Suárez Flores, Cásper, el «mayor reventador de cajas fuertes del país»: «Es un sujeto avaricioso y muy desconfiado, pero muy fino en su manera de trabajar, quizá el que más en este gremio, pese a no ser el más conocido a nivel popular» . Solía trabajar con Omar Nasr, con quien cerraba los garitos de moda más pijos de la zona donde nació. Miles de euros podían caer en una noche de farra. El compinche, de origen marroquí y afincado en Marbella, por ejemplo, colaboró con él en el robo de una inmobiliaria en la capital de la Costa del Sol. Se llevaron 100.000 euros. Y quedaron en libertad. Una vez más.

Aquello ocurrió en la primavera de 2017. Antes, la UDEV Central de la Policía Nacional le estuvo siguiendo la pista en 2015 y 2016. Y sí que acabó en la cárcel. Pero solo el tiempo que tardó en vender su Mercedes todoterreno y pagar con ese dinero la fianza de 50.000 euros impuesta por el juez. A la calle y a delinquir de nuevo.

Pero en 2019 se le fueron torciendo las cosas. Y no precisamente por las leyes españolas, que apenas tienen en cuenta la multirreincidencia y, ni mucho menos, los robos con fuerza, que pese al millonario quebranto económico que generan solo está penado con cinco años de cárcel «en el mejor de los casos», ironizan fuentes policiales de toda solvencia.

Afincado en un piso de San Sebastián de los Reyes, junto al centro comercial Alegra, este sujeto de 32 años comenzó a viajar frecuentemente a Alemania. En la mitad de 2019, perpetró dos robos en joyerías. Uno en Frankfurt y otro en julio de 2019 en un establecimiento similar. En el primero de ellos cometió un error y dejó un rastro de ADN, que saltó en la base de datos europea . Los alemanes pidieron ayuda a la Policía española, que detectó y comunicó a sus colegas del país germano su próximo viaje a Berlín, donde permaneció una semana. Sus idas y venidas a Alemania venían motivadas porque tenía un contacto allí para dar los golpes y, además, en España comenzaba a estar muy ‘quemado’ tras 30 detenciones.

Pero la aventura europea le salió cara. Fue apresado cuando robaba 45.000 euros en la caja fuerte de un hotel de Colonia. Lo hizo con su inseparable Omar Nasr. La Policía española también detectó vuelos a Bruselas durante una temporada, de tres o cuatro días, pero las autoridades belgas no llegaron a detectar entonces ningún robo. Tampoco son tan colaboradoras como las de otros países. Siempre viajaba con su pasaporte italiano (tiene doble nacionalidad).

Omar quedó en libertad provisional a los seis meses y el pasado otoño volvió a las andadas, con robos con fuerza en Marbella. Al ‘italiano’ le condenaron en Alemania a tres años y medio por el robo de la joyería de Frankfurt y a más de un año por el del hotel de Colonia.

El caso del Niño Juan sí que salió en los medios. Fue apresado en Francia el 28 de diciembre de 2020 cuando se descubrió que la mafia china le había ofrecido 800.000 euros por entrar en el Palacio de Fontainebleau para robar jarrones, platos y porcelanas, piezas muy concretas, que habían pertenecido a Eugenia de Montijo, que fue esposa de Napoleón III. Casi siempre ha trabajado a la carta, como en esta operaciónBambú, iniciada por la Policía de España. Le mantienen en la cárcel y ni siquiera llegó a dar el golpe; lo pillaron por la conspiración.

Lo preparaban con cuatro más (suman 120 antecedentes), entre ellos el enlace chino de la banda y Óscar Andréu, detenido recientemente por varios ‘palos’ en Madrid y Elche . En la tienda madrileña de Chanel en Ortega y Gasset se hizo con 400.000 euros en prendas de lujo.