Cumbre de la OTAN, Orgullo y Madcool: los trece días en los que moverse por Madrid será una gincana

El despliegue policial es histórico. Más de 10.000 agentes nacionales y, al menos, 1.200 municipales, además del personal de seguridad de las propias delegaciones internacionales, acamparán en Madrid la próxima semana y diseñarán zonas críticas que estarán plagadas de restricciones . «Madrid será el epicentro del mundo, pero esos días será una ciudad bloqueada», tuiteó el alcalde José Luis Martínez-Almeida el pasado jueves.

El ayuntamiento advierte desde hace semanas y recomienda teletrabajar y evitar desplazamientos. La movilidad madrileña se convertirá en una odisea en Ifema , sede de la cumbre; en el paseo de la Castellana , donde se calcula se alojarán unas 5.000 personas entre delegaciones, periodistas y personal de seguridad; y en puntos como el Palacio Real y el Museo del Prado, que acogerán sendas cenas entre mandatarios. Las limitaciones por la trigesimosegunda reunión de la Alianza Atlántica comienzan mañana en el kilómetro cero de la celebración , el recinto ferial de Ifema, cuyo perímetro de plazas de estacionamiento estará vetado desde la una de la madrugada del 27 de junio hasta la misma hora del 2 de julio.

Un anillo de seguridad blindará Ifema en un radio de 3 kilómetros a la redonda , donde el acceso solo estará permitido a los participantes en la cumbre y a los trabajadores de la zona que dispongan de salvoconductos especiales. La estación de Metro de la feria (línea 8) se clausurará los días 28, 29 y 30 por motivos de seguridad, aunque el Consorcio Regional de Transportes reforzará las conexiones con el aeropuerto de Barajas, otra de las áreas conflictivas, junto a la base aérea de Torrejón de Ardoz. La EMT, que será gratuita esas fechas, también incrementará el servicio de algunas líneas y habilitará una lanzadera desde Mar de Cristal.

El refuerzo del transporte público intentará suplir las dificultades en superficie que afectarán tanto a las autopistas que desembocan en Ifema como al centro de la ciudad. La Dirección General de Tráfico (DGT) contempla cortes en la A-2, la M-11 y la M-40 por el traslado de las comitivas de la OTAN y propone como itinerario alternativo la R-2 para tomar la M-50 en dirección a Madrid.

Las grandes interrupciones al tráfico se producirán el miércoles 29 y el jueves 30 en vías clave de la urbe: el paseo de la Castellana, Gran Vía, paseo de Recoletos, avenida de América, plaza de Colón, Goya, glorieta de Ruiz Jiménez y glorieta de Bilbao sufrirán cortes entre las 9 y 10 horas y entre las 17 y 18 horas. Además, las inmediaciones de los 33 hoteles de cinco estrellas donde se hospedan las delegaciones, y en los que la ocupación sobrepasa el 90%, estarán balizadas en un perímetro de entre 300 y 500 metros para prohibir el estacionamiento y el tránsito.

El Orgullo regresa este 2022 como siempre , libre de medidas anti-Covid. Según finalice la cumbre de la OTAN —que ha pospuesto una semana el Orgullo—, la fiesta masiva por los derechos LGTBI sitiará Chueca desde el viernes 1 de julio. Bares, tiendas, galerías de arte y distintos espacios ofrecerán múltiples iniciativas culturales, artísticas y lúdicas, que se extenderán a los barrios de Las Letras y Malasaña. Y el botellón se instalará en el corazón de Madrid. Aunque el ayuntamiento aún no ha informado de los detalles de las restricciones, los cortes de tráfico imitarán a los de años anteriores .

Las calles de Gravina, Pelayo, Augusto Figueroa, San Bartolomé, Barquillo, San Marcos... son algunas de las vías que permanecerán cerradas a los vehículos, sobre todo, desde la tarde y hasta la madrugada. La plaza de Pedro Zerolo (que acogerá el pregón el miércoles 6 de julio), la plaza de Callao, el palacio de Cibeles, la plaza de Colón, la plaza del Rey y la remodelada plaza de España, que se incorpora este año como escenario central del Orgullo , serán otros focos de la celebración, donde el desmontaje y montaje de escenarios también limitará el tráfico rodado.

El colofón a una semana de reivindicación y desinhibición será la manifestación estatal del 9 de julio. Las previsiones apuntan a que participarán unas 2.000 personas y 50 carrozas —en una de ellas paseará Chanel, después de su éxito en Eurovisión—, que recorrerán y bloquearán todo el eje del paseo del Prado y Castellana, en una marcha que partirá de la plaza del Emperador Carlos V, en Atocha, y terminará en la plaza de Colón.

La última edición normal del Madcool, el verano de 2019, recibió a más de 186.000 asistentes a lo largo de cuatro días de evento. El festival, que este año trae de cabezas de cartel a artistas como Metallica, Imagine Dragons, The Killers y Muse, promete repetir cifras entre el miércoles 6 y el domingo 9 de julio. Mientras el centro de Madrid estará colapsado por las fiestas del Orgullo, el norte de la ciudad será otro núcleo de aglomeraciones en el recinto ferial de Ifema en Valdebebas .

En 2019, las avenidas de Alejandro de la Sota y Fuerzas Armadas y la glorieta de Antonio Chenel 'Antoñete' fueron algunas de las zonas que se cerraron al tráfico durante las tardes de festival. Los taxis disponían de una parada especial en la avenida de las Fuerzas Armadas y Uber tenía su entrada particular al evento. Metro reforzó la línea 8, mientras que la EMT activó lanzaderas nocturnas gratuitas, desde medianoche y hasta las 6 de la mañana, que enlazaban plaza de Castilla con Valdebebas, además de incrementar otras líneas de búhos. El ayuntamiento, una vez más, aconsejó utilizar el transporte público y evitar circular en vehículo privado por las zonas afectadas.

El despliegue sin precedentes por la cumbre de la OTAN, el desenfreno del Orgullo y la vuelta del mayor festival de Madrid impondrán dificultades en una ciudad donde un buen puñado de obras ya enmaraña el tráfico desde hace meses. Los madrileño están avisados; trece días, tres citas importantes y un sinfín de obstáculos amordazarán el trasiego de la capital.