Cuenta atrás para que el ojo de ‘Gran Hermano’ vigile el polígono de Marconi

Los primeros dispositivos del ‘Gran Hermano’ capitalino se instalaron en 2008 en la plaza Mayor para controlar los robos que se cometían entre la muchedumbre. Al poco tiempo se extendieron a las calles de Montera y Ballesta, que concentran pisos-burdeles. Más tarde decorarían las esquinas de Lavapiés, donde casi se confundían con farolas futuristas. En los últimos años, los distintos gobiernos municipales han dado luz verde a estas cámaras con el fin de reducir los delitos en los puntos más conflictivos de Madrid y el equipo de José Luis Martínez-Almeida prevé cerrar 2022 con un total de 327 dispositivos supervisando la urbe .

Las últimas se añadirán a Marconi, Chueca y Ballesta . El consistorio ha destinado 2,4 millones de euros a la instalación de estos tres lotes y solo el contrato del polígono ha sido adjudicado. Chueca y Ballesta aún deben superar el correspondiente periodo de alegaciones, si bien es previsible que cuenten con el visto bueno definitivo solo con unas semanas de retraso. «Confiamos en que todas ellas van a estar puestas en funcionamiento antes de que acabe el año», informó este jueves la portavoz municipal y delegada del Área de Seguridad, Inmaculada Sanz, en la rueda posterior a la Junta de Gobierno.

Los nuevos ojos de Marconi, en el distrito de Villaverde , han sido una petición recurrente de sus vecinos, a imagen y semejanza de los residentes de Tetuán y Puente de Vallecas, cuyas cámaras se activaron a finales de 2020 . Las máquinas se distribuirán principalmente en tres áreas del polígono. Seis guardarán el núcleo residencial, el pedazo invisible donde los habitantes reclaman más seguridad. Un par vigilarán la calle de San Dalmacio, domicilio durante los últimos años del mayor supermercado urbano de droga —la Cañada Real está en la periferia—. El resto velarán las avenidas y zonas desangeladas donde brujulean los conductores que pagan por sexo.

A las 23 nuevas cámaras de alta resolución de Marconi se sumarán otras 24 en Chueca, que controlarán zonas como las plazas del Rey, Pedro Zerolo y Chueca. Nueve de ellas con una resolución mínima de 16 megapíxeles, la media de las cámaras que lucen los ‘smartphones’ de gama alta, y 15 de 8 megapíxeles. El entorno de la calle Ballesta, que ya cuenta con sistemas de videovigilancia activos, se reforzará con 17 dispositivos. El plazo de ejecución de la instalación es de siete meses , no obstante, una vez estén colocadas, las cámaras no empezarán a grabar hasta que sean aprobadas por la Comisión de Garantías de Videovigilancia.

El organismo encargado de analizar las imágenes que captan estos más de 300 ojos es el Centro Integrado de Señales de Vídeo de la Policía Municipal de Madrid (CISEVI) . Son «una herramienta fundamental de ayuda a la seguridad ya que facilitan las labores policiales de vigilancia y detección de hechos delictivos y las tareas de investigación, contribuyendo así a la disminución de incidentes en las zonas en que se implantan y, en definitiva, a mejorar la seguridad y la convivencia vecinal», trasladaron el pasado octubre a ABC desde el Área de Seguridad. Las máquinas que arrancaron en 2008 hoy custodian los alrededores de Ballesta y Gran Vía, Centro Sur, Lavapiés, Azca, Tetuán, Vallecas y el Museo al Aire Libre de Eduardo Dato.