Cuenta atrás para la candidatura Prado-Retiro: Un 'Paisaje de Luz' para rescatar a Madrid del olvido de la Unesco

Aunque España es el tercer país del mundo con más bienes inscritos (48) en este exquisito catálogo de 1.121 sitios, la capital sigue sin estar a la altura de sus vecinas europeas. Las orillas del Sena de París, los canales de Ámsterdam , las maravillas de Roma o el casco medieval de Riga , entre muchas otras, ganaron el título hace tiempo. Pero tras siete años de trabajo, Madrid presenta por fin su ‘Paisaje de la Luz’ , el ámbito cultural vertebrado por el paseo del Prado y El Retiro, con un 75 por ciento de zonas verdes, que fusiona naturaleza, artes y ciencias. En apenas 48 horas, el largo proceso para inscribirse en la exclusiva lista, plagado de evaluaciones y modificaciones, toca a su fin. Este domingo, el comité de expertos de la Unesco emitirá su veredicto: cuáles de los 25 enclaves son incluidos en la lista.

La compleja maquinaria se puso en marcha durante el mandato de la exalcaldesa Ana Botella . En 2014 se constituyó un grupo de trabajo, formado sobre todo por técnicos municipales, pero también por expertos de la Comunidad de Madrid y supervisado por el Ministerio de Cultura , para elaborar el exigente dosier que, siete años después, es un grueso documento «que hay que llevar con carretilla», bromeó ayer el director general de Patrimonio Cultural, Luis Lafuente.

El eje Prado-Retiro se presentó en sociedad en 2019. En octubre de ese año, un representante de la Unesco aterrizó en Madrid y, durante una semana, recorrió a pie las zonas verdes y los emblemáticos edificios, todos ellos con la máxima protección jurídica - BIC, bienes de interés cultural -, además de revisar el arduo trabajo documental de fondo. Al mes siguiente, una delegación técnica viajó a París para responder durante media hora a las preguntas del Bureau de Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios), la ONG ligada a la Unesco que examina los sitios en liza. «Ahí nos dimos cuenta de dónde iban a incidir: sobre todo, en la esencia de la candidatura», recuerda Lafuente.

Esa esencia impregna el nuevo nombre. El ‘Paisaje de la Luz’ no solo hace honor a la bóveda celeste que ilumina la capital más de 2.600 horas al año. Es un guiño a la Ilustración y al «espacio urbano creado desde la razón y el conocimiento», en palabras de Lafuente. La propuesta de Madrid arrancó con el hándicap de ser un paisaje cultural, en lugar de un monumento definido, y, sin embargo, ese puede ser su as en la manga este domingo: «Este tipo de patrimonio no está representado, es un espacio verde urbano que ha demostrado ser imprescindible para el bienestar humano», trasladó ayer la coordinadora del expediente de la candidatura, Mónica Luengo.

El proyecto ha sido complejo. «No basta con ser el más grande, el más bonito, el primero, sino que hay que ajustarse a unos criterios de excepcionalidad», explicó Luengo. Ese valor universal, imprescindible para ser Patrimonio de la Humanidad y el que tanto se han esforzado por demostrar los técnicos, prendió en el siglo XVI, cuando Madrid estrenó su paseo del Prado , imán de lo que vendría después. La realeza y la ciudadanía hicieron del enclave su lugar de ocio y esparcimiento y los eruditos instalaron allí su sede.

En el siglo XVII, Felipe IV custodiaba la mayor colección de arte de la época en el Palacio del Buen Retiro. Durante cinco siglos, muchas de esas obras no han abandonado su hogar, ahora guardadas en el Museo del Prado. La gran transformación ilustrada que emprendió Carlos III espoleó la proliferación de las bases de la ciencia a la sombra de ese paseo arbolado. Desde el Real Jardín Botánico, donde estudiaban las plantas medicinales, hasta el Real Observatorio Astronómico, en el que dibujaban los mapas de los territorios descubiertos. «Es una conjugación de naturaleza, arte y ciencia única en el mundo», afirma Luengo.

Pasaron los años, y un buen puñado de museos, icónicos hoteles y hasta los pilares de la democracia, como el Congreso de los Diputados, se erigieron en la zona. Hasta hoy, los ciudadanos se han adueñado de ella para sus manifestaciones, ya sea para reivindicar el Orgullo, la Feria del Libro o los éxitos deportivos de vikingos y rojiblancos. «Encajaba con dificultad, hay que entenderlo en el sentido de un patrimonio social, vivido», describe Luengo. La apuesta era arriesgada, pero el informe de Icomos, el pasado julio, superó sus expectativas.

Después de un año y medio de evaluación por parte de una veintena de expertos internacionales, el documento reconoce el potencial del paseo del Prado, su valor universal y su buen estado de conservación. Aunque las conclusiones de Icomos no son vinculantes, tan solo preceptivas, hay margen para el optimismo. Si bien la pandemia ha borrado las conversaciones de pasillo y el intercambio entre embajadores , la distancia no impide que los técnicos extranjeros muestren interés por el ‘Paisaje de la Luz’, soliciten información y hagan más preguntas. No obstante, en un comité donde el voto de los 21 expertos es secreto, «hasta el último minuto no se puede decir», se resignaba Lafuente.

Las sombras de la candidatura pueden echarla por tierra. El mismo informe de Icomos empuja a Madrid a presentar solo el paseo del Prado y desmembrarlo del Retiro, al no concebirlo como un «bien unitario». La reacción de la capital ha sido un órdago: «Tenemos argumentos técnicos basados en documentación histórica», confía Lafuente, «aunque nacieron con 100 años de diferencia, son una misma cosa ». Sea cual sea el resultado, «haber llegado hasta aquí ya es un éxito», insiste.

La crisis sanitaria ha trastocado la votación, que se celebra cada año en un punto del planeta. Antes del Covid-19, el comité se reunía durante dos semanas, 12 horas al día, para cribar casi 300 candidaturas. Este 2021, que examinará los expedientes de dos años consecutivos, el dictamen será ‘online’, aunque con base en la ciudad china de Fuzhou. El sábado por la mañana se realizan las inscripciones; a partir de ese momento no hay marcha atrás. Un ‘no’ es definitivo. El domingo a partir de las 13.30 horas se comunicará el dictamen. Madrid necesita 14 votos para cumplir su sueño.