Un laberinto rodea al Congreso

Una protección que algunos residentes de la zona han calificado de «desmesurada». Las calles aledañas, como Zorrilla, Prado o Duque dd Medinacellli eran inaccesibles. «Solo pueden acceder residentes y trabajadores, y tienen que tener algo que lo demuestre», explicaban fuentes policiales. Por su parte, muchas personas mayores que viven en estas calles amanecían esta mañana con decenas de furgones frente a sus puertas: «Me parece excesivo, ¡si no hay manifestantes! No puedo ni ir a mi casa», contaba Javier Moreno cuando volvía de dar un paseo.

Muchos trabajadores también se han visto afectados al comprobar esta mañana que sus caminos habituales para llegar a la oficina estaban blindados. «Yo creo que han cortado más calles de las que debían, esto es como un laberinto», relataba Claudia Martínez, de 35 años y dueña de una librería en el Barrio de las Letras.

Los hoteles cercanos al Congreso contaban que los turistas estaban desconcertados. Salían a la calle y se encontraban una veintena de policías. «Pero no veían ningún manifestante, así que nos preguntaban si el barrio es peligroso», comentaba uno de los recepcionistas.