La expareja de Iván señaló a un vecino suyo como el presunto homicida

El lunes, un día antes de que la Guardia Civil informase de la detención del sospechoso, en la entrada del portal varias pintadas con un cierto tono amenazante continuaban a la vista de todo el mundo: «Sí TQMT», «No TQMT», «Mantenido», «enano», «paticorto»... Las dos primeras, bajo un mensaje aparentemente encriptado («Sí te quiero mi todo», «No te quiero mi todo»), parecían estar dirigidas a su expareja. De las restantes, se desconoce el destinatario, aunque dado el carácter masculino de las mismas, todo hace presagiar que iban enviadas a un hombre; un extremo aún por determinar.

Lo cierto es que tras el avance de las pesquisas el autor de los garabatos fue Iván y no un menor como se creyó en un primer momento. Por causas desconocidas, la víctima llevaba días «decorando» las paredes del pueblo, primero con un espray de color rosa en las que grabó el mensaje «No TQMT» y el día de autos con uno azul, donde inscribió los insultos publicados y dio la vuelta al código inicial: «Sí TQMT».

Entre las 20.30 y las 21 horas del viernes, Iván realizaba estas pintadas en el portal de su exnovia y otras paredes de la calle de Frascuelo cuando se topó con un grupo de menores. Uno de ellos, Moha, discutió con él. Según su relato, Iván se encaró con el joven «porque decía que le había denunciado a la Policía». A partir de ahí, los hechos se difuminan. Pese a que los primeros rumores apuntaban a que un grupo de adolescentes , presuntamente relacionados con este encontronazo, agredieron a la víctima, los testimonios recabados por el grupo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Rivas Vaciamadrid no despejaban tal incógnita.

El propio Moha incidía a este diario que fue un vecino mayor de edad el que bajó a pegarle por los citados garabatos: «Yo lo vi todo, le dio dos puñetazos en la cabeza y una patada». Por su parte, un segundo joven del mismo grupo advertía de que Iván «recibió muchos golpes». Con todo, los investigadores siguen trabajando para depurar las posibles responsabilidades de otros sujetos que podrían estar implicados en la agresión.

Ayer por la mañana, familiares y amigos dieron el último adiós a Iván después de cuatro días de conmoción y rabia por lo acontecido. Y lo hicieron poco antes de hacerse pública la detención del presunto autor de su muerte: «Estamos fatal, hemos pasado la última noche con él, no lo terminamos de encajar, que de esta manera te quiten a un ser querido», advertía un primo del fallecido a Efe.

Los investigadores registraron durante todo el día la casa del arrestado en busca de pruebas. El tiempo dirá si las bandas de menores, repudiadas en la localidad por los robos, agresiones y diversos actos vandálicos, guardan relación con un caso que ha echado a cientos de vecinos a la calle a lo largo de tres jornadas consecutivas. Otra de las claves todavía por esclarecer es el motivo de la agresión. Si esta responde a una discusión subida de tono por las pintadas o existe un trasfondo mucho más amplio que hasta la fecha se desconoce.